miércoles, 19 de enero de 2022

CARTA A MARIANA, CON MARCELO

Querida Mariana: en esta carta sacaré a bailar al Secretario de Relaciones Exteriores. ¿Ya me volví analista político internacional? No. Zapatero a tus chanclas, dice el dicho. Lo mío es el bosque cultural. Entonces, ¿por qué hablaré de Marcelo Ebrard? Porque la noticia de estos últimos días fue que CITIBANAMEX será puesto en venta y ello me tocó en forma directa por dos aspectos. El primero fue reconocer que este banco fue, en su origen, el Banco Nacional de México (luego lo adquirió el consorcio norteamericano y lo de Banamex fue la colita de CITI). Bueno, y ¿esto qué? Vos sabés que, antes de que hubiera una sucursal en el pueblo, mi papá fue el encargado de la Corresponsalía del Banco Nacional de México, en Comitán. Esto me une a la institución, porque el trabajo de mi papá contribuyó, apenas granito de arena, a la consolidación de lo que luego sería BANAMEX y ahora es CITIBANAMEX. Bien, dirás vos, pero ¿y Marcelo? Voy, voy. Lo segundo fue advertir que la noticia de la venta levantó mucho polvo en el ambiente, tanto en expertos de economía, como en los ignorantes, los de a pie. Quien tiene sus ahorritos se preguntó: ¿qué pasará con mi paguita? ¡Nada, nada!, dicen los expertos; además, la eventual compra llevará todo un proceso y tardará un buen tiempo. ¡Ya, ya! ¿Pero por qué el Secretario de Relaciones Exteriores anda en una carta que habla de esta negociación a los más altos niveles, donde vos y yo poco entendemos y nada tenemos que ver? Ah, bien, porque una de las noticias relevantes fue la declaración que Marcelo Ebrard hizo a propósito de la Fundación Cultural Banamex. Vos sabés que esta institución bancaria posee un acervo artístico mexicano de gran valor, tanto en lo plástico como en lo económico y en lo histórico. ¿Qué dijo el Secretario de Relaciones Exteriores de nuestro país? Copio su declaración tuitera para que quede constancia: “Con el anuncio del próximo cambio de propietarios de Citi-Banamex estaré atento, a la integridad y destino de la Fundación Cultural Banamex y el importante patrimonio cultural que la integra. En mi opinión debería pasar a propiedad nacional para su preservación”. ¿Mirás? Insisto que nada sé de estas vainas, pero entiendo que este patrimonio debe defenderse, por supuesto que sí. Es muy importante saber que Marcelo está pendiente del destino de ese patrimonio. Existe un inventario de todos los objetos culturales que pertenecen a la Fundación, bienes muebles e inmuebles, por ahí mencionan, por ejemplo, la casa de Iturbide, pucha, nadita, la residencia de quien fue emperador de México. ¡Tómala!, dirían los chavos. Pero hay mucho más: pinturas, esculturas, piezas prehispánicas… mucho más. Se entiende que estas obras, al ser mexicanas, no pueden salir del país (se cometería un acto ilegal); por lo tanto, los vendedores deben garantizar la pervivencia de este acervo en el país. Ahora bien, ¿cuál es la propuesta de Marcelo? Que el acervo pase a ser propiedad de la nación. Es tema para expertos en leyes. Pongo un ejemplo para mí (lo comparto con vos). Si hay una señora que heredó una casa del siglo XIX y en su interior tiene un cuadro pintado por el enormísimo paisajista José María Velasco, si vos comprás la casa (estamos jugando, querida niña) con todo su menaje, el cuadro (bien adquirido, con su certificado de autenticidad), pasa a ser propiedad tuya. Ese cuadro no lo podés vender a un extranjero, debe permanecer en el país, porque es propiedad de la nación. Así pues, la propuesta del Secretario de Relaciones Exteriores es genial, que los tesoros de México no salgan del país, pero, ¿cómo se puede proteger este patrimonio que es de México, pero que es propiedad de una institución particular? Es cosa de expertos en leyes, pero me da gusto que ya Marcelo puso el tema sobre la mesa. Sí, que no pase inadvertido el tema de esa riqueza cultural que, en esencia, es patrimonio nacional. Posdata: Marcelo ya puso el tema en la mesa. Es muy hábil, demuestra que está pendiente de esas aristas que pueden abrir huecos. En los últimos tiempos ha sido un gran impulsor del retorno de tesoros culturales mexicanos diseminados en otros países. Los enterados dicen que el presidente de la república ya tiene al candidato de su partido para la presidencia de la república en el 2024. Otros, también enterados, dicen que no es cierto, que del grupo que ha levantado el dedito saldrá el mejor candidato y sugieren que los integrantes de ese partido elijan al mejor candidato; dicen que bien puede ser Marcelo, porque en este mundo globalizado al país le conviene un presidente que sepa manejar los hilos internacionales, dicen que si nuestro país logró millones de vacunas anticovid fue gracias a sus buenos oficios. Se mueve como pez en mares del mundo. No lo sé. Todo lo miro desde esta orilla, de lejitos, porque ni siquiera sé nadar y no sé cómo se usan los tecomates como flotadores; pero sí me interesa saber que el patrimonio se defiende. Mi papá lo supo, ahora Marcelo lo sabe: Citibanamex en su origen fue el Banco Nacional de México, ¡de México!