viernes, 11 de marzo de 2022

CARTA A MARIANA, CON PRODUCTOS DE MAR Y TIERRA

Querida Mariana: ¿ya desayunaste? ¿Se antojan estas quesadillas? Esta imagen la compartió mi amiga Monique (arquitecta, colombiana de origen, quien radica en Veracruz). En cuanto la vi mi estómago puso su carita feliz y luego recordé que Mario, en la primaria, me decía: Molino, por lo del apellido Molinari. Molino por acá y Molino por allá. Hay algunos que me dicen Molinillo o Molcajete. Lo hacen por afecto. Ahora veo que mi sobrenombre tiene razón directa con la gastronomía, la buena gastronomía. ¿Por qué digo esto? ¿Sabés dónde venden estas tortillas? En Molino del Mar. Así se llama la empresa. Nombre genial. Claro, debe ser de mar, porque está en Veracruz, pero no pongás esa cara triste. ¿Se te antoja? Hay servicio a toda la república mexicana, porque Molino del Mar es una empresa que fabrica tortillas de nopal. ¿Las has probado? Las que están en el plato son tortillas de nopal, de nopal, mi niña. ¡Ah, qué delicia! Están preparadas con su queso, bien derretido, y acompañado con una excelente salsa macha con semillas. Todo gourmet, todo sencillo, todo bien mexicano, todo genial. Ah, con un café chiapaneco, no, hombre, es otra cosa. Cuando a mí me preguntaban en donde desayuné al estar en Veracruz, hace años, dije lo que medio mundo dice: Fui a La Parroquia. Pero ahora sé, qué maravilla, si en este tiempo de pandemia no voy a la montaña, ésta puede venir a mi casa, porque compro unos dos kilos de tortillas de nopal y las recibo por mensajería. El aroma del Molino del Mar llega hasta la casa del Molino de Tierra, del Molino de Comitán. Digo que todo es bien mexicano, porque las tortillas están hechas con productos de esta tierra y preparadas en igual forma. Porque, ahí va la relación para completar tu antojo, no sólo preparan tortillas de nopal. También preparan, ¡agarrate!, tortillas de frijol y de betabel. Ah, las de betabel tienen un color sensacional y el sabor debe ser exquisito. Vi la fotografía que Monique compartió y mi espíritu se llenó de goce. Qué buen desayuno. Dos amigos del grupo de arquitectura de la Universidad del Valle de México comentaron que Monique les regalara el platillo cuando pedí que ella me regalara la foto para compartirla con vos. Sí, se antoja. Ah, insisto, con un buen café chiapaneco, que nada le pide al café de Córdova, que se pinta solo también. Qué pródigo es nuestro México. Molino del Mar elabora tortillas con puro maíz, pero también, qué innovadores me resultaron, hacen unas de maíz con amaranto. Puro producto sano, puro producto exquisito. Mirá lo que dicen en su página: “Molino del Mar es una empresa mexicana que busca innovar dentro de las tradiciones culinarias de nuestro país con la misión de dar a conocer nuestra cultura, a través del paladar, más allá de nuestras fronteras, enfocados en ofrecer productos elaborados con base en el maíz con propuesta nutritiva y diferente”. Todo es ciento por ciento natural, sin conservadores, sin saborizantes ni colorantes artificiales. Una verdadera genialidad. El nombre de la empresa me gusta, no sólo porque ya me dio carta de naturalización al ser Molino de Tierra, Molino de Comitán, sino porque alude también a los maravillosos molinos que son parte de la imagen de la gran creación de Cervantes. Todos los empresarios exitosos tienen cierto parentesco con el maravilloso soñador que se llama Quijote. En la vida no sólo se trata de derribar molinos que parecen monstruos, también se trata de sembrar molinos de aire en el espíritu del mundo. Posdata: ¿recordás que una vez compramos tortillas de maíz con frijol en el mercadito de El Cedro? ¿Y que en el restaurante Tierra Adentro, de San Cristóbal de Las Casas, comíamos pizza vegetariana, aderezada con un poquito de salsa macha, también con ajonjolí, el genial sésamo de tradición literaria? No sé qué pensará la feminista Magdalena al escuchar lo de salsa macha, se llama así porque es muy picante. Sí, también son ricas las salsas niñas bonitas, las que casi no pican, pero que potencian el sabor de los platillos. Molino del Mar, qué bonita imagen. Cuando pensamos en el mar siempre aparece la imagen del Faro, pero ahora, sabemos que en Veracruz hay un Molino que prende su luz para los navegantes que gustan preparar quesadillas ricas con tortillas de nopal. ¡Ah, qué combinación tan maravillosa, unidos el mar y la tierra!