miércoles, 27 de julio de 2022

CARTA A MARIANA, CON CELEBRACIÓN

Querida Mariana: en julio de 2022 se graduaron los alumnos de la décima generación de licenciados en Trabajo Social, de la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar. La institución que fundó el padre Carlos J. Mandujano, en el ya lejano 1950, con el nivel de primaria, ha crecido mucho, hasta llegar a ofrecer el nivel universitario. Todas las instituciones del mundo nacen de un sueño, de un ideal. Alguien imagina y activa su voluntad y todos sus afanes. Así nació la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, de un sueño del maestro José Hugo Campos Guillén, actual director general, y del maestro Jorge Gordillo Mandujano, director general emérito. El Colegio ya ofrecía servicios de maternal, preescolar, primaria, secundaria y bachillerato. Había que colocar el siguiente peldaño en esta maravillosa escalera del conocimiento científico y del fortalecimiento de valores humanistas. Y en 2008 el sueño se alcanzó. La primera generación egresó en 2012. ¡Ah, qué grandeza de miras! Toda institución lícita contribuye al fortalecimiento de la sociedad, pero, todo mundo así lo reconoce, cuando la institución se dedica a educar, la iniciativa es de singular relevancia. La educación es el fin más noble, porque robustece el tejido social, contribuye a hacer una sociedad más sana, más igualitaria. La Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar continúa honrando la mística de su fundador: privilegia el acceso a la educación por encima del costo económico. A mí me gustaría que te acercaras a la universidad para comprobar los costos de inscripción y de colegiaturas mensuales para verificar lo que acá digo. La Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar es una institución educativa que fortalece el principio de igualdad en la región. Te paso copia de las fotografías donde están los nuevos licenciados en Trabajo Social, estos muchachos estuvieron en nuestras aulas durante cuatro años, ahora ellos van a otro espacio, uno donde aplicarán lo aprendido, donde se unirán a los hombres y mujeres que fortalecen a México. Las historias personales se entrelazan con la historia de nuestro glorioso Colegio Mariano N. Ruiz; un día llegaron a la institución y soñaron con este momento. ¡Ya lo lograron! El sueño personal y de sus familiares cercanos inició cuando ellos, con cara de asombro, entraron al kínder de la mano de un familiar. ¡Cuántos años, cuántas historias, cuántos retos! Hoy, comienzan una nueva aventura intelectual y profesional. Estos muchachos entraron a la institución en 2018, durante cuatro años respondieron ¡presente! al pase de lista de los maestros. Ellos conforman una generación que debió recibir clases en forma virtual por la emergencia sanitaria mundial, cuando regresaron a las clases presenciales debieron hacerlo con cubrebocas y manteniendo los protocolos de sanidad; debieron redoblar esfuerzos para absorber el conocimiento y aprovechar el tiempo, en tiempo difícil. ¡Lo lograron! Ahora, en el aula ya no se escucharán sus voces, no volverán a responder al pase de lista, un pase que al principio fue, como dictan las reglas, con apellidos y nombres: Abarca Gordillo Dulcemaría Shireli, Aguilar Espinoza Gloria Alejandra, Argüello Cordero Gabriela, Coronel García José de Jesús, y ellos, los cuatro primeros de la lista decían: ¡presente!, y si llegaban un minuto después, levantaban la mano desde la puerta y decían: acá, acá, maestra. Y la maestra sonreía, anotaba la asistencia y seguía: Cruz Mancera Michelle Alejandra, Decelis Vera Gloria de los Ángeles, Gómez Díaz Ana Fabiola, y ellas decían presente, de la misma manera que lo hicieron las nueve generaciones anteriores, en un ambiente sano, iluminado. La maestra continuaba: González Morales Edith del Carmen, Martínez Gómez Litzi Guadalupe, Pérez Guillén Alondra Sarahy, Ramírez Noriega Marisela Alejandra, ¡presente!, respondían. Hoy, sus nombres ya no están en las listas de asistencia, hoy están en el libro de oro de la historia de nuestra institución. Román Espinosa Judith de los Ángeles, Román Jiménez Víctor Manuel, Tapia Alfaro Guillermo, Tovar Gómez Fabián Alejandro y Velasco Villatoro Vanesa Carolina. Posdata: estos maravillosos muchachos, querida mía, a pocos días de estar en las aulas se acostumbraron a responder al trato amistoso que los maestros les asignaron. El pase de lista ya no respondió al formulario de apellidos y nombres, bastó ya un nombre para identificarlos, los maestros decían Ana o Michelle o Judith o Fabián y ellos respondían: ¡presente! Hoy el pase de lista será fuera del aula, ya será en otros espacios, dirán ¡presente! y sus compañeros no estarán a su lado. La décima generación de licenciados en Trabajo Social, de la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, va en la construcción de su destino. Que la vida les prodigue muchos dones. ¡Felicidades!