miércoles, 13 de julio de 2022

CARTA A MARIANA, CON PERSONAJES

Querida Mariana: Luis Echeverría Álvarez murió el viernes 8 de julio de 2022. Echeverría era el presidente de la república cuando llegué a estudiar a la UNAM, en la Ciudad de México. Él se atrevió a ir a la inauguración del curso de 1975. Fue un acto temerario. Mi papá me llamó por teléfono un día antes y sugirió que no fuera ese día a Ciudad Universitaria. No fui. Mi papá tuvo razón, desde Comitán supo que el presidente no sería bien recibido por la comunidad universitaria, estaba muy reciente lo del “halconazo”, de 1971, donde el gobierno reprimió violentamente a estudiantes. El 14 de marzo de 1975, después de la intervención de Echeverría, en el auditorio de la Facultad de Medicina, un grupo de muchachos lanzó consignas contra el presidente y un tipo aventó una piedra que se impactó en su cabeza y lo hizo sangrar. Por ahí están las crónicas que relatan cómo Echeverría debió retirarse en forma apresurada de la UNAM. Ahora que me enteré de su fallecimiento recordé la presencia de dos comitecos que estuvieron íntimamente ligados con Echeverría: Jorge De La Vega Domínguez y Rosario Castellanos. El licenciado De La Vega fue colaborador cercano en su periodo presidencial, fue nombrado director de Conasupo; y Rosario fue nombrada como embajadora de México en Israel. El licenciado De la Vega acudió a las honras fúnebres, donde el féretro de Echeverría estuvo cubierto con la bandera de México, ahí, ante un grupo de periodistas, recordó la obra y las cosas positivas de quien, dijo, fue su amigo. Nuestro paisano aseguró que en ese periodo México logró la soberanía alimentaria nacional, “se crearon 20 mil tiendas rurales Conasupo”. El otro día, Lulú Guillén De León comentó que ella laboró en la tienda Conasupo que estaba frente al parque central de Comitán, más o menos donde ahora está la Farmacia del Ahorro, en el portal. Lulú fue testigo desde ese lugar del derrumbe de las construcciones de la manzana de la discordia para la ampliación del parque. El 15 de febrero de 1971, Rosario fue la oradora principal en el Acto Conmemorativo del Día Internacional de La Mujer, que se celebró en el Museo Nacional de Antropología e Historia, quien presidió el acto fue Echeverría. En ese momento, Rosario ya sabía que sería la embajadora de nuestro país en Israel, noticia que fue muy bien recibida en aquel país. Rosario cumplió con su encargo diplomático y dio de más al impartir cátedra en la universidad de Jerusalén, al dar a conocer lo mejor de nuestra literatura. Dos de nuestros relevantes paisanos tuvieron cercanía con el presidente de la república. Ambos personajes cumplieron con sus encargos. Le cumplieron al país, desde sus honrosos cargos. Recordá que Rosario contó mucho de su aventura en Israel en su columna periodística de “Excélsior”. Mirá lo que apareció publicado en el periódico el 27 de marzo de 1971: “Hoy en la mañana (último día de mi estancia en México, pie en la escalerilla del avión que va a llevarme a través de los mares hacia las nuevas aventuras de las que usted irá enterándose conforme vayan ocurriendo) …” Es genial. Un día antes del viaje a Israel, escribe su columna y le dice a su destinatario que no se preocupe, a través de esa columna se irá enterando de sus aventuras como embajadora, ofrecimiento que cumplió hasta que ocurrió el lamentable accidente que le provocó la muerte. Posdata: murió Echeverría. El día que me enteré de su fallecimiento recordé la recomendación de mi papá y de la relación que el ex presidente tuvo con dos paisanos relevantes. Rosario falleció en 1974, mi papá en 1990. El licenciado Jorge De La Vega Domínguez, por fortuna, sigue vivo, tiene 91 años de edad y está en óptimas condiciones físicas e intelectuales.