jueves, 29 de enero de 2009

Ángeles en busca de cielo


Es cuestión de gustos. A mí me gustan los textos de la Mastretta. Una vez la escuché leer un texto en el Museo Amparo de la ciudad de Puebla, su ciudad natal. Desde ese día la sigo. Esa ocasión leyó un texto breve. En el texto no hallé una sola palabra que estuviera de sobra, cada una tenía la medida exacta, como si fuese una receta de cocina. Tal vez así se cocinan algunos textos: tomas una pizca de verbos, lo que alcances a tomar de adjetivos entre dos dedos, más una cucharada sopera de sustantivos y cien gramos de palabras luz más cuatro racimos de palabras mar. Luego debes colocar todo en un cazo y revolverlo con delicadeza hasta lograr punto de turrón. Pero, esto no es cierto, se sabe que la literatura no admite recetas. Por eso en cada texto hay algo como un mar en cuyas aguas debe haber la medida exacta de sal. Me gustan los textos de la Mastretta. Es cuestión de gustos.