martes, 20 de enero de 2009

Los dìas que fueron ¡se fueron!


El jueguito es recurrente: "¿En dónde estabas cuando ocurrió tal cosa?". ¡Dios mío, que juego tan complicado! El otro día un afecto jugó a esto conmigo. ¡Dios mío! ¿En dónde estaba yo cuando el hombre llegó a la luna? Lo más seguro, le dije, es que yo también estaba en la luna.
Apenas recuerdo los momentos importantes de mi vida, como para andar recordando todos los momentos importantes del mundo.
Por esto, de una vez contesto. ¿En dónde estabas cuando Obama tomó posesión como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica? A la hora que don Ob desayunaba con Bush yo estaba con el maestro Temo Alcázar en el Polideportivo de Comitán. Luego fuimos a un lugar que él dice se llama "La Tapadera" (Recuerdo lo del Polideportivo porque es la primera vez que voy. Me causó grata impresión, es un lugar majestuoso; es decir, desde ahí se observa un maravilloso paisaje del valle de Comitán. Coincido con la gente que dice que el complejo deportivo es un absurdo. A la hora que estuvimos ahí no había ningún deportista. ¿Quién, por el amor de Dios, se atreve a viajar varios kilómetros y se arriesga a sufrir algún asalto en tal despoblado? Es una obra estúpida. Tal vez dentro de veinte o treinta años sea funcional. A ver si para ese tiempo aún está en pie la fastuosa entrada).
A la hora que don Ob juraba sobre la misma biblia que juró Lincoln yo entraba al baño de la oficina para orinar (por favor no le busquen simbolismos, fue simplemente ganas de orinar). A la hora que el presidente y su esposa caminaban por las calles de la capital estadounidense, yo iba con un impresor de la cruz grande para que le hiciera el refine a unos cuadernos universitarios.
¡Vaya, parece que por primera vez supe dónde estuve en un momento prodigioso para el mundo!
Me consuela saber que don Ob titubearía si un periodista del New York Times le preguntara: Presidente, ¿qué andaba Usted haciendo el dìa que Alejandro Molinari conoció El Polideportivo, de Comitán?