viernes, 3 de abril de 2009

GRANOS DE ARENA (14)


Con un abrazo para Martha Argüello,
como agradecimiento por una idea que me obsequió el día de su cumpleaños.

HISTORIA DE LA MUJER DEL SIGLO XIX QUE POSEÍA UNA INCALCULABLE FORTUNA Y CONFUNDÍA LA PALABRA QUESO CON LA PALABRA QUISO
Dos días antes de la boda, cenaba con su novio. La dama queso llevarse un trozo de quiso a la boca pero un mesero tropezó, golpeó su brazo y el quiso se le atoró en la garganta. El novio se inmovilizó, se acobardó. Por fortuna un joven que estaba en la mesa de junto se paró, se colocó detrás de ella, la abrazó con fuerza y con un movimiento exacto logró que ella expulsara el pedazo atorado. La mujer se casó dos días después pero con el joven que le salvó la vida. Cuando los amigos del novio rechazado le preguntaron porqué su prometida lo había abandonado, el respondió: “Ya no queso conmigo”. El contagio le duró toda la vida.

DE CLASES DE HISTORIA DE TELE SIN VISA
Un chiapanaco es aquel que en clase de historia respondió “Paty Chapoy” cuando el maestro preguntó el nombre de una divinidad azteca.

OTRA DE TELEVISORES
“Mami, ¿puedo prender un niño?”, preguntó el televisor. “Sí, pero no lo mires”, dijo su mamá plasma. El televisor cerró los ojos y comenzó a pasar comerciales de cigarros, alcohol, sabritas, aguas de cola y sexo (se colocan estas palabras una detrás de otra porque están relacionadas). Claro, al final puso el aviso: “Come frutas y verduras”. El niño espectador quedó bien “prendido”.

EL CASO INSÓLITO DE UN HOMBRE FIEL A SU PROMESA
“¿Me amarás hasta que la muerte nos separe?”, preguntó la mujer a su esposo dos horas después de haber iniciado su luna de miel. El hombre la besó y juró que así sería. Se levantó de la cama, se vistió y salió del cuarto de hotel y nunca más volvió. El hombre ahora es feliz, se acuesta con decenas de muchachas bonitas y es fiel al juramento: Como no tiene que soportar a su mujer la sigue amando y lo hará hasta el último día de su vida.

DE SUEÑOS Y OTRAS ALUCINACIONES
El niño preparó el frasco de vidrio, colocó unos pedazos de algodón y sobre estos una semilla para que germinara. La semilla abrió los ojos y dijo: “¡Qué padre, estoy en las nubes, seré un árbol del cielo!”.

UNA HISTORIA CLÁSICA DE ALGUNOS MAESTROS QUE SON COMO BURROS
El maestro, en clase de español, anotó en el pizarrón el palíndromo: “Anita lava la tina”, una hora más tarde, después del receso, pidió a Alfredo pasara al pizarrón y anotara el nombre de un equipo de fútbol mexicano. Alfredo, camino al pizarrón le pegó un zape a Emilito, tomó el gis y anotó: “Salta”. Todos sus compañeros rieron (Emilito más que nadie). El maestro también se burló, le jaló la oreja derecha y lo mandó a sentarse. Alfredo se sobó la oreja, sonrió y pensó que su maestro era un estúpido. Él había aprendido a escribir palíndromos.

DE LOS GATOS QUE NUNCA SE SACIAN
Era un gato, un simple gato, pero su apellido era Slim y por lo tanto padecía del Síndrome “Quieromás”. Así no se conformó con tener siete vidas. Llegó a tener tantas que cuando le preguntaron para qué quería más dijo: “Para tener más muertes, más, más”.

EN EL DINTEL DEL INFINITO
El espíritu se halló ante una encrucijada: a la izquierda un camino lleno de luces, y a la derecha un sendero oscuro. Caronte le explicó que el camino iluminado era para los espíritus ciegos.

SÓLO PARA HOMBRES Y MUJERES QUE CONOCEN LA IMAGEN DE LA EMULSIÓN DE SCOTT
Un borracho le dice a su compa: “Ya estamos bien bolos, vos”. “Sí -dice el otro- vamos a acabar como el bacalao de la emulsión”.

PARA RUMIAR A LA HORA DEL CAFÉ O DE HACER EL AMOR
¿Por qué si la palabra colofón significa final, no inventamos mejor la palabra colofín?