sábado, 20 de junio de 2009

CARTA ABIERTA A JORGE ORTIZ DE PINEDO


Respetado Jorge: ¿estás consciente de lo que haces o eres un inconsciente?
En una ocasión prendí la televisión y escuché que decías: “¡Chin chin el que no se ría!”. ¿Por qué todo mundo debe reír cuando algunos comediantes no causan ninguna gracia? Esa amenaza olía a un exceso, pero bueno tenía cierto tufo inofensivo.
Mas luego se te ocurrió inventar un programa dizque cómico cuya trama ocurre adentro de un salón de clases. Acá apareció en mayor medida tu perversión. A la maestra y al director de la escuela los exhibiste como un par de estúpidos, a quienes los alumnos tratan de manera soez. Esto fue más que un exceso porque sembraste en tus televidentes jóvenes un modelo muy negativo acerca del valor del respeto.
Lo que haces ahora ya no tiene perdón. En tu más reciente programa televisivo, “Una familia de diez”, denigras a la imagen paterna. El papel de hijo que desarrollas trata de manera repulsiva a su padre. Es una pena observar cómo tu personaje agrede al padre, en intento de parecer simpático. Nuevamente vuelves a dar estereotipos negativos.
Es una pena lo que haces, es muy perverso. Eres, sin duda alguna, uno de los “artistas” que más daño le hace al país. No sé si esto responde a un plan preconcebido para anular de una vez los valores morales de nuestra sociedad o es una simple ocurrencia de un ignorante. De cualquier modo eres culpable de contribuir en gran medida al deterioro espiritual de nuestro México. Qué pena que te permitan trabajar en un medio de comunicación tan importante. La Secretaría de Gobernación debería intervenir y obligarte a dejar de enviar estos mensajes tan ruines.