sábado, 22 de agosto de 2009

LAS NUBES DE LA VOCACIÓN


José Manuel Mandujano Gordillo impartió una plática en el Aula Magna de la Universidad Mariano N. Ruiz, ayer por la tarde. Él es sociólogo y periodista, radica en la ciudad de México.
En la mañana fuimos a la estación de radio IMER, para una entrevista. Ahí nos topamos con Lupita Guillén Utrilla, quien es chiapaneca y actualmente radica en Italia, país donde realiza una maestría relacionada con su vocación. Ella es soprano y una tarde de éstas dará un concierto en el Auditorio Jaime Sabines, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
José Manuel me platicó que un día decidió ser un periodista crítico y para poder serlo estudió sociología. No hubo alfiler que pinchara el globo de su vocación.
En la entrevista que Marcos Guillén le realizó a Lupita, ella comentó que al principio fue difícil convencer a su familia que deseaba ser Soprano. "¿De qué vas a vivir?", fue lo primero que le dijeron.
Ayer, en la conferencia, José Manuel sacó a colación la pirámide de Maslow. ¿Cuáles son las necesidades del hombre?
Todo mundo sabe que el escalón más alto de esta pirámide lo constituye la Autorrealización.
¿Qué sucede con esos seres que privilegian, por encima de todo, el llamado de su vocación?
José Manuel y Lupita son ejemplos muy cercanos de personas que un día soñaron ser algo y lo lograron. Entiendo que vencieron muchas adversidades.
José Manuel tiene sesenta años y no se duerme en sus laureles; Lupita es muy joven, está llena de proyectos y de luz.
Llamó mi atención la calidez de ambos. Lupita, aún cuando no nació en Comitán, es muy comiteca en su trato. Esto es así porque su familia es comiteca por tradición y vocación.
Hay seres que sueñan un sueño y no existe fuerza alguna que los pueda torcer.