sábado, 29 de agosto de 2009

PRIMER DÍA


Los nuevos diputados federales se presentan hoy por primera vez en la Cámara. ¿Llegan con ilusión, con esperanza?
Es frecuente escuchar aquello de: "La tribuna más alta del país" en referencia al espacio legislativo. Los diputados, dicen quienes saben, son los representantes del pueblo.
La Cámara de Diputados es como una cámara de resonancia, la palabra ahí pronunciada tiene repercusiones en toda la patria. Por esto Marcos, el Sub, procuró que los zapatistas dijeran su palabra en ese recinto.
Los diputados, cuando hablan, hablan desde la más alta tribuna (algunos atrevidos y soberbios dicen que sirven al país, desde la más alta tribuna).
A los hombres de todos los días, los de a pie, no les queda más que servir al país desde tribunas más modestas pero -digo yo- menos cínicas y altaneras.
Imagino a los nuevos diputados el día de hoy; los imagino como guajolotes esponjados pensando: "¡Mira nada más dónde estoy!". ¿Alguno de ellos piensa en servir al pueblo que representa? (Me siento ridículo al hacer esta pregunta, es un poco como la que hace Rius en su más reciente libro: "¿Sería católico Jesucristo?". Ambas preguntas no dejan opción de respuesta. Ambas jalan el NO desde el momento en que se pronuncian. ¿Sería Diputado Federal Benito Juárez en estos tiempos?).
Quienes llegan hoy a la Cámara llegan con sus mejores trajes, con sus zapatos boleados, como niños que acuden al primer día de clases (en este caso, el de la clase privilegiada).
Sus primeras tareas son sencillas y simples: asegurar sus "dietas" millonarias y buscar los caminos para generalizar el IVA y que el pueblo pague los platos rotos.
Los imagino sentados en sus curules forradas de piel, abriendo su laptop, respondiendo sus celulares, con sus relojes de oro, con sus perfumes franceses, desparramados en sus asientos, elevando la vista, respirando hondo, pensando: "Soy un chingón". Así los imagino. Cerrando los ojos, soñando en su primera quincena, en los viáticos, en los seguros y enjuagues millonarios, en las prebendas, en el fuero, en su status de príncipes de palacio.
Nota: A propósito, ¿qué pasó con Marcos? ¿Algún día participará en elecciones para Diputado Federal, así como lo hizo su hermana? El día que esto suceda, puede, al modo de los traficantes de droga, llevar un rifle con incrustaciones de diamantes. Es lo que se estila en los salones virreinales donde el pueblo está representado.