sábado, 31 de enero de 2009

Ya no es como antes


Muchas personas que vivieron el Comitán de los sesentas y setentas dicen que ya no es como antes. Refieren la tranquilidad que se vivía. Hoy la nota violenta es el pan nuestro de cada día.
El secuestro del señor Jorge Figueroa Mazariegos y el hallazgo de su cadáver el día de ayer fue el comentario principal de toda la semana. Un poco con morbo, un poco con dolor. Dolor por el círculo familiar, pero, sobre todo, por lo que le sucede a la sociedad en general.
En Comitán, igual que en cualquier pueblo del mundo, la mayoría de sus habitantes es gente trabajadora y pacífica, gente de bien, dijeran los mayores. Pero acá, igual que en muchos pueblos de México, la violencia ha aumentado como una hidra que se reproduce en mil cabezas.
Hay dolor porque algo rompe la armonía diaria. Hay una niebla que contamina los cielos de las mañanas limpias. Algunos murciélagos vuelan en medio del jugueteo de las mariposas sobre las buganvilias.
¿Y qué podemos hacer los simples mortales para conjurar esta niebla? ¿Qué podemos hacer cuando las autoridades se muestran incapaces e indolentes? No podemos enfrentar de manera directa esta avalancha. Tal vez lo único que podemos hacer es sembrar esperanza en las parcelas que frecuentan los jóvenes. Alguien podrá decir que esta es una posición utópica, pero no nos queda más.
Por desgracia, los círculos concéntricos se duplican. La violencia de las calles se reproduce, por ejemplo, en los periódicos. Los medios impresos no contrarrestan el fenómeno, al contrario. En la violencia y el morbo encontraron ya el modo de hacer dinero. En Comitán, todos los días de los días, desayunamos las noticias de los accidentes y de los cadáveres en primera plana. Como si el mundo no tuviera más facetas vemos sólo el lado mórbido de la vida. Esto hace que nuestros jóvenes se estén convirtiendo en expertos de la nota roja. Deberíamos sembrar esperanza, pero no lo hacemos. Estamos reproduciendo modelos violentos. Qué pena. No nos damos cuenta, pero contribuimos a cubrir la luz que nos inunda todos los días.
Ya no es el Comitán de antes, dicen los mayores. ¡No, ya no es! Por lo mismo deberíamos hacer algo para evitar esta epidemia.

viernes, 30 de enero de 2009

LAS NEBULOSAS DE FIN DE SEMANA


La nebulosa del viernes tiene matices. En apariencia la mayoría de personas ama los viernes. Es una pausa en la rutina de los oficios diarios. Es último día de clases y, para muchos también último día del trabajo semanal. Es "día de antro" dicen muchos jóvenes y algunos le hacen caso a la Micha siguiendo la prédica de que "hoy toca".
Pero no todo es tan ideal como parece. Hay muchas personas que entran a esta nebulosa con el mismo tren de siempre.
No quiero expresar asuntos obvios, pero existen muchas profesiones y vocaciones en donde ese distingo temporal no tiene sustento.
Hay hombres para quienes todos los días son días de actividad. Así, de repente pienso en los sacerdotes, por ejemplo. Conozco un cura admirable (existen, gracias a Dios no todos son hombres desequilibrados). Para este cura no existe tregua. Imagino que piensa en su oficio como una permanente oración. Es fiel, día y noche, a su vocación. Para él, los viernes no difieren en absoluto de los sábados o de los lunes. No descuida su labor ni un sólo instante. Y tal vez lo mismo les ocurre a los granjeros o a quienes están al cuidado de seres enfermos.
Hoy es viernes y para muchos comienza un breve periodo en donde la luz tiene otra dimensión. Hace rato salí al patio y vi la luz, quise hallar algún indicio que me dijera que hoy es viernes, pero noté que la luz es la misma de ayer jueves.
"Hoy toca". Hoy toca bañarse de esa luz que la naturaleza siempre nos enreda.

jueves, 29 de enero de 2009

Ángeles en busca de cielo


Es cuestión de gustos. A mí me gustan los textos de la Mastretta. Una vez la escuché leer un texto en el Museo Amparo de la ciudad de Puebla, su ciudad natal. Desde ese día la sigo. Esa ocasión leyó un texto breve. En el texto no hallé una sola palabra que estuviera de sobra, cada una tenía la medida exacta, como si fuese una receta de cocina. Tal vez así se cocinan algunos textos: tomas una pizca de verbos, lo que alcances a tomar de adjetivos entre dos dedos, más una cucharada sopera de sustantivos y cien gramos de palabras luz más cuatro racimos de palabras mar. Luego debes colocar todo en un cazo y revolverlo con delicadeza hasta lograr punto de turrón. Pero, esto no es cierto, se sabe que la literatura no admite recetas. Por eso en cada texto hay algo como un mar en cuyas aguas debe haber la medida exacta de sal. Me gustan los textos de la Mastretta. Es cuestión de gustos.

miércoles, 28 de enero de 2009

ENCUENTRO DE LITERATURA EN SAN CRISTÓBAL

ASUNTO: INVITACIÓN

Por este conducto y de la manera más atenta, La Revista de creación y difusión cultural "Tejado Rojo" y los integrantes del Grupo Cultural Colorín Siete Colores extienden una cordial invitación a los eventos que se llevarán a cabo en el marco del Tercer Encuentro Nacional de Literatura al Sur de la Palabra (Sabines, 10 años después), que se efectuará los días 12, 13 y 14 de febrero del año en curso en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

Las casas de colores


"De colores, de colores se visten los campos..." cantaban los cursillistas. Mis papás fueron cursillistas. Yo crecí escuchando esos cantos. De grande entendí que no sólo los campos se visten de colores. La vida se llena de color. Por esto no se me hace raro hallar casas con colores. Sandra de Los Santos me cuenta que vivió en una casa azul (imagino que del mismo tono de la casa azul de Frida Kahlo). A menudo escuchamos que la presidenta de Argentina atiende en la Casa Rosa (imagino que del mismo tono del restaurante que en Comitán se llama Casa Rosada, donde sirven lengua baldada muy sabrosa. Por cierto que esta casa se llamó antes Casa Blanca, mientras estuvo al lado de la Carretera Internacional. La mudanza le cambió el color y, por consiguiente, el nombre). Ahora -dicen los perversos- la Casa Blanca de EEUU se llama Casa Negra.
No me están preguntando pero a mí me gustaría vivir en una casa azul, como si ésta fuera un lago o un espejo del cielo. Me gustaría que los árboles del huerto fueran azules también, y que los ojos de mi gato fueran del mismo color.
Dicen los que saben de la psicología del color que el azul da tranquilidad. Desde siempre he elegido el azul como mi color favorito para vestir. Ahora sólo uso pantalones de mezclilla y, siempre que puedo, compro alguna prenda de este color (hace tiempo que no compro ropa).
Hay lugares que no les basta con una casa de color. En Comitán hay toda una zona pintada de color rojo(imagino -yo, que soy inocente- que estos territorios existen en todo el mundo). En el distrito federal existe una zona rosa que fue muy famosa en los años setentas.
Ahora que escribo esto miro frente al balcón una casa pintada de color hueso, ¿es la casa hueso?
Si México es la casa de todos nosotros ¿el color de nuestra casa es tricolor? ¡Qué tachilgüil tan "revoltijeado"! Nuestra casa está pintada de rojo, mucho rojo por desgracia. Tal vez fuera bueno elegir el futuro y pensar nuestra casa de color blanco o, en el peor de los casos, de color azul.
Me gustaría vivir en una casa azul, con un patio lleno de cielos y de nubes.

martes, 27 de enero de 2009

Las cosas pendientes


El viento llegó sin avisar, abrió la ventana y regó todos los papeles. María bajó sus manos para detener la falda. Su cabellera le tapó el rostro. Mamá Cristina estaba en la mecedora. "Aprovechen, tiren todo lo pendiente", dijo y sonrió.
María cerró la puerta y con sus dedos medio arregló su cabellera. Yo le pregunté a mamá Cristina qué nos había recomendado. Me explicó que cuando era niña su mamá le enseñó a aprovechar las corrientes de aire. La mamá de mamá Cristina aprovechaba cualquier ventarrón. Hacía un movimiento con sus brazos como si levantara un fardo imaginario y lo tiraba a través de la ventana. Sacudía sus manos y daba la media vuelta silbando. Mamá Cristina dice que siempre vio feliz a su mamá que vivió más de noventa años en plenitud. Cuando alguien le preguntaba el secreto de su armonía ella siempre decía que cuando pasaba un ventarrón por su casa aventaba todos sus pendientes. Mientras mamá Cristina me lo contaba yo veía la calle. Imaginé que tiraba todos mis pendientes y los vi perderse atrás de la montaña.

lunes, 26 de enero de 2009

A VECES


Cierro los ojos y algo como un baúl destraba sus palabras. Cada palabra es como un viento desparramado sobre el árbol. Cada objeto tiene un nombre, cada nombre remite a la ventana donde los niños confunden los mangos con las nubes.
Digo libro y vuelan hojas; digo radio y la voz de un locutor convoca a Pedro Infante. México es una amapola de los años cincuentas. Todo es en color sepia o en blanco y negro. El mundo baila al ritmo de un danzón y las mujeres usan guantes blancos. Todo es más simple, todo es paso pachuco, sombrero de fieltro y calandrias sobre las calles.
Digo libro y todo es como un cielo lleno de golondrinas.
Hoy, mientras caminaba frente al templo de San José, el cielo se llenó de golondrinas. Cientos de pájaros cubrieron el espacio. ¿De dónde venían? ¿Cuál era su prisa? Un zanate pareció confundirse y optó por "estacionarse" en la fronda de un árbol. Igual que el ave yo también quedé sorprendido. La duda aún persiste. ¿Qué instinto hace que las aves se reúnan y vuelen todas hacia una misma dirección? ¿Por qué nadie vio el cielo a esa hora? ¿A dónde se dirigían los hombres que, sobre sus carros, apenas se detenían en las esquinas sólo para ver si no venía carro en la calle perpendicular?
Cierro los ojos y algo como un mar de aves llega a descansar sobre las palabras. Digo Sol y todo se ilumina. Todo es como si el cielo se llenara de aves de luz. ¿Qué hace el zanate de la sombra mientras la luz vuela sin intermitencia?

domingo, 25 de enero de 2009

DIME CON QUIÉN ANDAS


Ahora lo sé: cada ser humano es único, pero forma parte de un grupo. Hay niños que son del grupo de los comehelados, otros forman parte de los juegavideos, algunos más son trepapretiles y unos más (pocos) son leelibros. Ustedes saben, yo soy de estos últimos.
Un día de inicios de febrero, todos los de mi trabajo, estrenaremos instalaciones. En un módulo arquitectónico generoso, lleno de luz, está ubicada el área administrativa. Se supone que en un cubículo debía yo estar, pero pedí estar en la biblioteca. Argumenté una serie de ventajas para la institución. Todo es cierto, pero acá entre nos, ustedes saben que solicité ese espacio sólo para estar cerca de los libros. Amo al género humano, ahora sé que más que en los libros la vida ¡está en la vida!, pero prefiero, antes que rodeado de gente, estar rodeado de libros para rodear con afecto a las personas. Sé que el conocimiento no se da por ósmosis, pero sé también que la luz y la oscuridad contagian. Si estoy cerca de un pesimista algo de su niebla se me trepa aunque sea por un instante; al contrario, si estoy cerca de un bosque respiro nubes y ríos de agua clara. Los libros son bosques, son luz que me contagia.
El otro día, como si me cayera una piedra en alud, tomé en cuenta que llevo más de treinta y cinco años de mis cincuenta y uno de vida enredado en esos vientos que se llaman libros. Por mi incapacidad natural no he aprendido a volar, tatarateo cada vez que quiero alzar el vuelo; pero, en compensación, he logrado, a través de la lectura, mirar un poco por encima de la barda, un tantito por encima del horizonte, y he visto estepas cubiertas con miles de banderas, y he visto cientos de papalotes surcar los cielos. Soy un hombre feliz. Lo soy porque a veces me siento en el parque central de Comitán a mirar cómo las nubes se vuelven racimo; lo soy porque a veces doy vueltas y vueltas en el parque de Guadalupe mientras una niña, trepada en su bicicleta, da vueltas en sentido contrario. Comitán a toda hora tiene su encanto, pero no hay nada como un sábado a las cinco y media de la tarde, en un veinticuatro de enero, cuando el viento sopla como aliento de hierbabuena, como chiflón de menta.
Pedí estar cerca de los libros y me fue concedido. Tal vez los demás ya advirtieron que los libros son el huerto donde siembro los retoños de mis injertos.
Recordando a Sabines, Jaime, Jaime, digo: "Que Dios bendiga a Dios".

sábado, 24 de enero de 2009

Miradas


Ayer fui a casa de mi prima Rosalba. Me ofreció un té y nos sentamos en el corredor al lado de pilares de madera y macetas llenas de helechos. Su casa es como una campana de vacío que anula los ruidos exteriores. Sólo de vez en vez oí algún rumor lejano, un ladrido o la carrera de un muchachito. Mi sobrina Vita armaba una torre en medio del patio.
Cuando estoy en casas como la de mi prima rescato el pueblo de mi infancia. No importa lo que sucede afuera. En el interior de esas casas está el espíritu eterno. Hay gente respetuosa del espíritu de las casas, las mantiene intocadas, como muestra de respeto a los papás, a los abuelos, al recuerdo de ellos mismos.
Me molesta mucho cuando no encuentro algo. Me molesta perder el tiempo en busca de algo extraviado. Quienes poseen sus casas intocadas no pierden el tiempo como yo. A veces me paso años buscando mi infancia extraviada. Mi prima Rosalba tiene su memoria en cada pilar y ladrillo de su casa. Ayer, mientras Vita aplaudía al poner la última pieza de la torre, yo rescataba un fragmento minúsculo de mi vida.
Antes de despedirme le dije a mi prima que, por vida suya (así acostumbramos decirlo en Comitán), no fuera a meter aire de modernidad a su casa. Ella me quedó viendo y me dijo: "¿Con qué ojos, chulito? No tengo dinero". Y yo cerré los ojos y pedí a Dios que le dé lo indispensable a mi prima, pero que no le mande dinero de sobra, o si se lo manda, que no le mande para hacer remodelaciones en su casa.

viernes, 23 de enero de 2009

"Mafaldeando"


"Comic" es la palabra que se usa hoy para designar a las Historietas (y que en mis tiempos de niño llamábamos Cuentos).
Leer los Cuentos o Historietas era como una religión. Los lectores éramos cientos y cientos (hablando sólo de Comitán, porque en el mundo éramos millones). ¿Qué recuerdos tienen esos millones y millones de lectores infantiles? Basta decir que las simples palabras "lectores infantiles" ¡dice todo!
Hoy veo a muchos niños cargando celulares o aparatos con juegos electrónicos. Juro que hace mucho tiempo no veo a un niño con un "comic", ¡lo juro!
¿Qué ha pasado?
Yo insisto que los niños lectores de historietas se convierten en lectores mayores. Además existe un ingrediente: el trazo de dibujantes chipotludos.
Durante muchos años soñé con la posibilidad de realizar una historia de Comitán en una historieta. Bastaba solicitar a varios dibujantes para que plasmaran la idea.
Ahora recuerdo que Fox y Andrés Manuel emplearon la técnica de la historieta para enviar sus mensajes políticos. Esto ejemplifica las inmensas posibilidades de dicha técnica.
Mi mamá me "regalaba" dos pesos y yo iba a la Proveedora Cultural a comprar el "Memín" y alguna otra revista que se me pusiera enfrente.
Fui un niño feliz y gran parte de esta felicidad estuvo enredada en los "cuentos". Era un tiempo en que el color estaba ausente. Las revistas tenían un color sepia que ahora se me antoja como un recuerdo maravilloso. Así como disfruto una película en blanco y negro, disfruto esas revistas en sepia. Ahora que existe la maravilla de la cámara digital, a veces tomo fotos y me encanta "pintarlas" con tonos sepia.
Un compa me recordó el otro día que en la feria de agosto (que se instalaba en el parque central) un señor colocaba un puesto con renta de historietas. Los niños se sentaban en bancos de madera y por diez centavos leían "los monitos". Hoy ya ni siquiera existe esta posibilidad. Tal vez valdría la pena rescatar este negocio, ya no como un negocio de subsistencia sino como un mero disfrute de la vida. Cuando veo a un niño sentado frente a la pantalla del televisor o manipulando su videojuego, tengo la impresión de que los niños de antes disfrutábamos más la vida, como que éramos más niños, más nubes sin olanes.

jueves, 22 de enero de 2009

CARTA ABIERTA


Abrí mi correo y hallé la copia de una carta abierta que la poeta Mirta Luz Pérez envía al Presidente Municipal de Comitán.
Leí la carta y me da gusto que una persona de nuestra comunidad externe su opinión, dé sus razones y ponga su nombre.
Sé que poco a poco los comitecos haremos de esta excepción algo común.
Acá va copia de este reclamo.

Comitán Chiapas a 22 de enero de 2009

CARTA ABIERTA


C. Lic. Eduardo Ramírez Aguilar
Presidente Municipal Constitucional de Comitán
Ciudad

Hoy es un día de invierno pero, también puede ser un día de plena primavera o de otoño o de verano, algo que parece no importarle a ¿quién está al frente de la dependencia de Parques y Jardines de Comitán?
¿Quién es la persona insensible que no piensa que un árbol es un ser vivo que se acompasa a las estaciones y tiene su propio ritmo?
Hace tiempo que el esplendor de las floraciones de las buganvillas del boulevard, es cosa del pasado. Las mariposas llegan, buscan una flor, no encuentran, se van. Las personas que estamos hartas de la contaminación visual a que nos exponen los grafiteros con permiso (ya Alejandro Molinari ha hablado sabiamente de ello) buscamos un descanso en esas floraciones que ahora nos han sido negadas. En estas condiciones, pronto lo único verde que se verá en el boulevard serán los hombres uniformados que tronchan (no podan) los árboles con machete, saña, sin consideración, sin el menor conocimiento y sin importar la estación del año. Algunos árboles ya se han secado porque no les dan tiempo de echar retoños ni flores ni frutos.
Quien hace esto se va a justificar: “Es porque los árboles no lleguen a los alambres de la electricidad”. Me pregunto ¿qué justificación hay para lo que hacen con las plantas que crecen en los jardines de en medio? Una cosa es darle forma a un árbol para controlar su crecimiento y utilizar en ello la sensibilidad y el arte y otra cosa es lo que se hace en Comitán con los árboles del Boulevard.
¿A quién tiene Ud. Sr. Presidente al frente de la Dependencia de Parques y Jardines o como sea que se llame? ¿Está en ese puesto solamente porque le apoyó en su campaña y no tomó Ud. en cuenta otros atributos?
Le pregunto Sr. Presidente como una ciudadana que paga sus impuestos, como artista, como habitante de este planeta que le importa lo que hagan con él, como ser vivo que no puede quedarse sólo mirando cómo destruyen su hábitat, como persona que piensa que nuestra relación con la ciudad debe ser producto del amor y del placer.
Sr Presidente:
El boulevard debiera ser un lugar donde las personas pudiésemos caminar y de vez en cuando pudiésemos detenernos a la fronda de un árbol a admirar la floración de las buganvillas… (¿No cree Ud.?)

Mirtha Luz Pérez Robledo

“Jinete de colores
leggiero sobre las tapias
la buganvilla ”
Mirtha Luz

Para leer de boleto en el metro


¿Un viajero lee? Todos los viajeros leen. Unos leen el mundo, la vida que pasa frente a ellos. Incluso el viajero que duerme, antes de hacerlo o al despertar, realiza una lectura. Otros leen libros.
El Sistema de Transporte Colectivo de la ciudad de México ha implementado el programa "Para leer de boleto en el metro". En las estaciones colocan libros al alcance de todos. La intención es que el viajero tome un libro, lo lea mientras viaje, y lo regrese al librero en la estación de salida.
¿Es buena la idea? Por supuesto que sí. El viajero tiene el libro al alcance de su mano. Es un poco la idea aquella de: "Si la montaña no va a ti, ve tú a la montaña". Acá el libro se acerca al lector, le guiña un ojo en intento de seducirlo.
En Comitán no tenemos metro. Pero bien pudiera realizarse un programa de lectura en donde el libro esté al alcance de los jóvenes. Por desgracia, las autoridades encargadas del sector llamado "cultura" no aparecen de manera visible. Hay una inercia nefasta en donde todo parece detenido aún cuando todo está en movimiento (o viceversa).
El otro día estuve en la Casa de la Cultura y entré a la Librería Óscar Bonifaz. La librería da pena ajena. Tuve la sensación de que en cualquier momento brincaría una araña reclamando la interrupción a la tela que teje desde hace meses.

miércoles, 21 de enero de 2009

Verba volant, scripta manent



"Las palabras vuelan, lo escrito permanece". Por esto, Carlos Rojas inicia este 2009 con un semanario que se llama "Palabra escrita",con el afán de que la palabra tenga permanencia.
Carlos manifiesta que este es un re-lanzamiento. Hace años publicó una edición con este nombre. Hoy -así lo deseamos- este órgano de comunicación permanecerá por muchos años.
Carlos es osado, lo es en tal grado que no duda en publicar las entradas de este cuaderno de apuntes. Para mí es un honor que Carlos lo haga. ¡Mucha suerte!

martes, 20 de enero de 2009

Los dìas que fueron ¡se fueron!


El jueguito es recurrente: "¿En dónde estabas cuando ocurrió tal cosa?". ¡Dios mío, que juego tan complicado! El otro día un afecto jugó a esto conmigo. ¡Dios mío! ¿En dónde estaba yo cuando el hombre llegó a la luna? Lo más seguro, le dije, es que yo también estaba en la luna.
Apenas recuerdo los momentos importantes de mi vida, como para andar recordando todos los momentos importantes del mundo.
Por esto, de una vez contesto. ¿En dónde estabas cuando Obama tomó posesión como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica? A la hora que don Ob desayunaba con Bush yo estaba con el maestro Temo Alcázar en el Polideportivo de Comitán. Luego fuimos a un lugar que él dice se llama "La Tapadera" (Recuerdo lo del Polideportivo porque es la primera vez que voy. Me causó grata impresión, es un lugar majestuoso; es decir, desde ahí se observa un maravilloso paisaje del valle de Comitán. Coincido con la gente que dice que el complejo deportivo es un absurdo. A la hora que estuvimos ahí no había ningún deportista. ¿Quién, por el amor de Dios, se atreve a viajar varios kilómetros y se arriesga a sufrir algún asalto en tal despoblado? Es una obra estúpida. Tal vez dentro de veinte o treinta años sea funcional. A ver si para ese tiempo aún está en pie la fastuosa entrada).
A la hora que don Ob juraba sobre la misma biblia que juró Lincoln yo entraba al baño de la oficina para orinar (por favor no le busquen simbolismos, fue simplemente ganas de orinar). A la hora que el presidente y su esposa caminaban por las calles de la capital estadounidense, yo iba con un impresor de la cruz grande para que le hiciera el refine a unos cuadernos universitarios.
¡Vaya, parece que por primera vez supe dónde estuve en un momento prodigioso para el mundo!
Me consuela saber que don Ob titubearía si un periodista del New York Times le preguntara: Presidente, ¿qué andaba Usted haciendo el dìa que Alejandro Molinari conoció El Polideportivo, de Comitán?

lunes, 19 de enero de 2009

Cerradura sin llave


Comienza de manera imperceptible. Uno nunca sabe cuándo sucede. Un día nos damos cuenta que no recordamos si cerramos la puerta con llave.
A partir de ese momento todo es un ascenso. Esta actitud puede convertirse en obsesión.
A mucha gente le sucede. En pláticas de café se cuentan casos. Antenoche desperté a las dos de la madrugada, como es una hora recomendable para hacer pocas cosas, no leí, no prendí la televisión ni la radio, no me puse a platicar con los calcetines y tampoco consideré conveniente abrir la gaveta y buscar cosas perdidas, entré al baño y oriné (acá debo contar algo, el baño de la casa es el hogar nocturno del gato. Como no podemos dejarlo en la sala porque está de un lado para otro, ideamos que el gato duerme en el baño. En un extremo colocamos una silla de plástico, sobre ésta una caja de cartón llena de trapos. Ahí duerme el Misha). Cuando entramos a medianoche tenemos precaución que no salga (a veces está despierto, juega con un cascabel). Oriné y regresé al cuarto, busqué el hueco que había dejado entre las sábanas y me reacomodé. Estaba dispuesto a reiniciar mi sueño cuando algo me hizo abrir los ojos. ¿Había bajado la tapa de la taza? Sí, siempre lo hago. Pero ¿estaba seguro? Cerré los ojos, pero algo siguió martillando mi cerebro. Entonces pensé que el gato (como siempre lo hace) bajaba de su caja y subía a la tapa de la taza, pero como yo había olvidado bajarla el gato caía adentro y se ahogaba. Me senté sobre la cama y traté de oír algún maullido. ¡Nada! No pude más, me levanté de nuevo y fui al baño. Abrí la puerta: la taza tenía la tapa abajo y el gato dormía a pierna suelta.
Me sucede con frecuencia. A veces acabo de apagar el calentador o de echar seguro a la puerta y debo regresar para comprobar que, en efecto, hice lo que debía hacer.
Por fortuna mis obsesiones son menores. Imagino lo que le pasa al hombre que tiene a su encargo acciones mayores. ¿Le pasará esto mismo al hombre encargado del sistema eléctrico del Estadio Azteca, por ejemplo? ¿Despierta alguna noche y no sabe si apagó las luces del estadio cuando salió? ¿Qué pasa con el hombre encargado de abrir las compuertas de una presa hidráulica? ¿Qué pasa con el médico que se despierta en la madrugada recordando la operación que realizó tres horas antes y comienza a pensar en dónde dejó un par de pinzas?
¿Les sucede esto a todo mundo? Conozco muchos casos de gente que padece de lo mismo. A veces no recuerdo si vivo el día, despierto, me siento en la sala y hago un esfuerzo para recordar algún pasaje del día.

domingo, 18 de enero de 2009

Una luz tenue




Las manos de Dios siempre están abiertas. A veces, los hombres buscamos y hallamos esas manos generosas.
Hoy, todo el día fue de reconocimiento. José Luis cumplió años y nos invitó a acompañarlo en el festejo.
"El Bohío" es como la sucursal de un fogón donde la luz es tenue. Está ubicado en el valle que se recuesta sobre el cauce de La Angostura. El agua clara, el verde infinito y el sol son materias que se desparraman de manera generosa sobre esa tierra bañada por la luz.
A la hora de la comida, Stefany (sé que no se escribe así, pero así lo pronunciamos todos sus afectos)cantó con su voz educada. Cada nota que interpretó fue como una hoja de agua de río.
Hay momentos en que el hombre advierte con claridad la generosidad de Dios. Hoy fue uno de esos momentos, gracias a la generosidad de la familia Zúñiga González, quienes compartieron los dones recibidos. Ellos saben que la máxima lección de la vida es compartir la luz y el viento que se enredan suave en el corazón del hombre.

La foto no miente. La mujer asciende. Es visible la línea que es como una hipotenusa. ¿Es pesada su carga? El fardo que lleva a cuestas es liviano. La curvatura de su cuerpo así lo demuestra. Es como si cargara nubes. Yo estaba en el balcón frente a la calle que es una subida. Antes que ella pasaron cien hombres y cien mujeres más. No cargaban nada visible sobre la espalda y sus cuerpos no mostraban ninguna curvatura. Sin embargo, después que pasó esta mujer que cargaba el mundo con toda dignidad, reconocí en los demás la carga invisible que se han echado a cuestas. Los vi entonces subir apenas, a penas llegar a la cima, donde la mujer ya no estaba. Cerré el balcón y seguí trabajando en la redacción de un cuaderno universitario. Procuré cargar sólo nubes. No fue fácil. La foto no miente.

sábado, 17 de enero de 2009

Rulfianas


La mayoría de escritores descree de la inspiración. Rulfo fue de ellos. Juan Rulfo (ya se sabe, uno de los más chipotludos de la literatura en lengua hispana) creía en el trabajo.
Durante mucho tiempo pegué en mis libretas una anécdota de Vasconcelos. Don Pepe contaba que durante un tiempo acostumbró reunirse con sus cuates a tomar la cerveza, hasta que un día decidió ya no volver: ¡perdía su tiempo! Todos sus compas hablaban de las grandes obras que crearían, pero nadie trabajaba en ello. Vasconcelos decía que muchas grandes obras se quedan en la mera plática de café. Desde entonces, yo también descreo de las tertulias. He comprobado que el trabajo diario hace la diferencia.
Lo de Rulfo parece una ironía, pues sólo publicó dos libros. Su producción pareciera indicar que fue un viejo que escribía de vez en cuando. Pero no fue así. Si publicó sólo dos libros fue porque se exigió demasiado. Tanto su novela como sus cuentos son libros excelentes.
La mayoría de escritores cuya obra ha trascendido, tiene la costumbre de ser talachera. Estos escritores escriben todos los días, poseen cierta rutina de creación, un horario que nunca es menor de tres o cuatro horas.
La chamba creativa consiste en sentarse y escribir. La inspiración es una figura mítica absurda.
Ahora que escribí eso de sentarse para trabajar recordé la anécdota de un escritor famoso que nunca se sienta, él no concibe la creación literaria como un acto pasivo. Él mandó a hacer una especie de atril donde coloca su cuaderno. Camina de un lado para otro y conforme van fluyendo las ideas él las escribe. No se sienta en ningún momento (los que acostumbran escribir en computadora tendrían que mandar a hacer un mueble especial, no tan difícil en el caso de una laptop, más complicado en el caso de una computadora viejona como la que tengo yo). He practicado ambas modalidades. Puedo decir que cuando camino fluyen los conceptos de mejor manera (además este método es bueno para la condición física). Esto lo hago cuando escribo sobre un cuaderno, porque -ya lo dije- tengo un maquinón antediluviano que exige una estructura de hierro y para esto no tengo espacio en mi microcasa, ni dinero para invertirlo en fierros.
Todo esto para decir que si quiero ser escritor debo trabajar cada día. La novelilla me exige esto. Basta constancia. ¡Que Dios ayude a encontrarla! Porque parece que doña constancia es más escurridiza que doña inspiración. Adoptar una disciplina talachera no es fácil. La fiaca también deja en el vacío muchas buenas intenciones.

viernes, 16 de enero de 2009

Asombro


Tal vez ya no causó en mí el mismo asombro. Es una perogrullada, pero conforme los años se encaraman en mi espalda pierdo mi capacidad de niño. Fue un asombro mayúsculo estar frente al mar la primera vez. La más reciente ocasión que estuve frente al mar lo vi como si fuera un charco frente a mi casa, pero aún reconocí tras la resaca el misterio de la vida.
Ayer me enteré que Polaroid vuelve a asombrar al mundo. Se elige el motivo de la foto, se encuadra (si es necesario), se aprieta el obturador y, como por arte de magia, la cámara vomita un papel que, segundos después, nos mostrará la foto.
He perdido mi capacidad de antaño, pero -gracias a Dios- aún no dejo de sorprenderme. ¡Esto es una maravilla!
¿Qué misterio posee la fotografía? Todos los días veo a decenas de jóvenes tomar fotos con su celular o con sus cámaras digitales. Las comparten con medio mundo. Siempre hay una especie de morbo light (si es posible llamar así a una mirada sin malicia) en cada espectador. Siempre que estoy cerca de una fotografía brinca en mí esa cuerda que me obliga a querer mirar, aún cuando sea algo que no me concierne, aún cuando el dueño de la foto me quede viendo con ganas de ahorcarme.
¿Se apellida Polaroid quien inventó ese prodigio? ¿Quién sabe? Este chunche lo debe saber (este chunche sabe muchas cosas), pero no entraré a investigar. Llamaré "maravilla" al hombre que inventó ese chunche fotográfico y diré: ¡Que Dios honre la memoria de ese hombre que logró tal prodigio!
Algún día el hombre del futuro podrá regresar en el tiempo y viajará a una época remota, llevará una polaroid y tomará una foto al pitecantropus. ¿Qué pensará éste? ¿Se asombrará ante el prodigio o simplemente aventará piedras al hombre del futuro? ¿Ambos correrán a esconderse huyendo del acoso de un tigre, dientes de sable? ¿Regresará el compa al siglo XXII para dar constancia? ¿Qué pensará el hombre del XXII del hombre del siglo I? ¿Qué pensará de nosotros? ¿Creerá que también fuimos hombres y no bestias los que provocamos guerras y estuvimos a punto de desaparecer el mundo?
¿Quién inventó la polaroid?

jueves, 15 de enero de 2009

Programa editorial


Hoy damos un paso más hacia adelante. La Universidad Mariano N. Ruiz presenta hoy jueves, a las siete y media de la noche, el número dos de la serie "Testimonios", dentro de la Colección de Cuadernos Universitarios.
Este cuaderno contiene el testimonio de Caralampio Morales Domínguez, un hombre polémico.
¿Cuál es la intención de esta Serie? Conjuntar una serie de testimonios que, a manera de piezas de rompecabezas, dén una idea más cercana de nuestra identidad.
Los pueblos están hechos por hombres (estos los construyen, estos los viven y, por último, son éstos los que le dan razón de ser).
Los pueblos se construyen día a día.
Ayer, muy temprano, acompañé al maestro Cuauhtémoc Alcázar en un recorrido por lo que él llamó "los cuatro puntos cardinales de Comitán". En todas partes existía un movimiento intenso, niños con rumbo a la escuela, hombres y mujeres con rumbo al trabajo.
Comitán es una ciudad edificada sobre una montaña que se descuelga a un inmenso valle. En muchos lugares vimos a gente construyendo casas (en el rumbo de La Ciénega, improvisadas casas de madera con techos de lámina zinc). Ayer, Comitán seguía levantándose (de manera caótica y volátil, pero ¡levantándose!).
Cada uno de esos hombres que vimos por las calles contiene un testimonio, ¡una historia de vida!
Esta noche conoceremos apenas un boceto de una vida comiteca.
Si Dios así lo permite, para el mes de febrero, presentaremos la memoria que contiene las conferencias impartidas el día de la inauguración de la Universidad Mariano N. Ruiz (20 de agosto de 2008).
Y para el mes de marzo, el primer testimonio de Cuauhtémoc Alcázar Cancino.
Estamos caminando.
Que Dios permita sea en la dirección correcta.

miércoles, 14 de enero de 2009

HUBO TIEMPOS


En Comitán hubo un tiempo sin algunos nombres. En los años sesentas, por ejemplo, era muy difícil conseguir ciertos libros. Los cinéfilos nos conformábamos con ver las películas que programaba el Cine Comitán, los lectores se conformaban con leer lo que la Proveedora Cultural tenía. No había más.
Aún cuando ahora no existen cines en el pueblo y la Proveedora Cultural aún se mantiene en pie de lucha, uno puede elegir la película a ver en un inmenso catálogo de un Video Club o del pago por evento de la televisión por cable y sky; y solicitar libros a través de internet. Los servicios de mensajería también han acercado las fronteras. Antes el correo tardaba eternidades, hoy, bastan dos o tres días para tener los libros a través de Estafeta o Multipack.
Hoy Kapuscinski lo podemos hallar en este chunche, pero si es preciso tener el libro, basta pedirlo a Gandhi o al Sótano.
El sábado, a maestro Jorge se le ocurrió que pidiéramos "Los cínicos no sirven para este oficio". Hace rato que fui al Colegio me dijo: "Ya llegó". Ahora que escribo esto tengo el libro sobre el escritorio.
La ventaja de estos tiempos es que ahora Comitán ya puede conseguir casi casi cualquier nombre. Ya no estamos en la orfandad, ya no sólo nos nutrimos de los nombres de acá.
¿Fellini en el Comitàn de los sesentas? ¡Imposible! Hoy ya podemos ver algo de él en youtube o rentar un película y verla en casa.
Claro, la magia de la sala cinematográfica está ausente, pero para esto tenemos el recurso de la imaginación.

martes, 13 de enero de 2009

NO LO CUENTES


No lo cuentes porque se sala, dicen los viejos (sala de salar, de que le cae sal, de que todo se convierte en estatua, de que el mar se queda con las puras olas, de que el proyecto toma otro camino, de que el hombre dispone y viene el diablo y lo descompone, de que del plato a la boca se cae la sopa).
Lo recomendable es cerrar el pico (aunque uno no tenga vocación de pájaro sino más bien de vaca o de toro).
Pero, según Laco Zepeda, Monsieur Oliva (papá de Óscar, buen poeta, pero funcionario conecultero chiapaneco de memoria irrelevante)daba aviso por todas las calles de Tuxtla cuando comenzaba con una relectura de El Quijote. Anunciaba con tambor y pito que se sentaría a disfrutar las andanzas de ese maravilloso soñador.
Así que yo, de manera más modesta, hoy tengo el agrado de participar el siguiente anuncio: "Acabo de iniciar la escritura de una novelilla". Nada más por el gusto de compartir.
El sol no anuncia su salida cada mañana a pesar de que este sí es realmente un prodigio (por cierto, ahora que escribo esto, en Comitán aún no ha "salido" y no porque sea de madrugada, sino porque amaneció nublado); es decir, lo realmente importante de la vida no se anuncia, prefiere la luz de la discreción.
Pero los hombres somos tan frágiles, tan poca cosa, que, como gallinas, cacaraqueamos cualquier huevo, "a güevo".
Todos los escritores dicen que el título es el final del proceso. Yo, ya saben, ya saben, contreras por naturaleza, comencé con el título. No he escrito nada más, pero ¡ya tengo el título!
Alejandro Benito Molinari Torres, con la tradición que dan sus más de cincuenta y un años de servir a la comunidad, anuncia a su distinguida clientela que comenzó a escribir una novelilla.
Jesús Morales Bermúdez, después de escuchar la noticia, diría: "¿Y?"
Y tal vez ahora el lector dice también "¿Y?".
Nada, el sol sigue sin salir.

lunes, 12 de enero de 2009

Cambio conecultero


En Coneculta-Chiapas se dio el cambio esperado. ¡No resultó lo esperado!
Desde hace mucho tiempo atrás se hablaba del inminente relevo de Alfredo Palacios. Algunos justificaban el cambio por la relación cercana de Alfredo con el exgobernador Salazar Mendiguchía; otros lo justificaban por la incapacidad del funcionario para echar a andar el proyecto "cultural" de Chiapas (no faltaron algunos que mencionaban la soberbia del personaje).
En la prensa escrita, algunos intelectuales chiapanecos opinaron acerca de las virtudes que debía reunir el nuevo director. Pero parece que dichas opiniones se fueron al fondo del Cañón del Sumidero, porque el viernes pasado se dio a conocer el relevo: en lugar de Palacios quedó Guadalupe de la Cruz, y según las credenciales de la doña no posee el mínimo de las virtudes solicitadas.
Ya Guadalupe de la Cruz mostró su capacidad en la presente administración, pues ya fue Directora del Centro Cultural Jaime Sabines.
En Puebla me enteré de su remoción como directora del Jaime Sabines. Algunas versiones decían que preparó un acto en San Cristóbal de Las Casas, mismo en donde el gobernador fue abucheado por la "intelectualidad" presente. El gobernador se molestó y "le dio cuello". Las mismas versiones dijeron que no importó la amistad de la señora de la Cruz con la mamá del gobernador.
Pero ahora la señora de la Cruz regresó.
Y regresó en el puesto de mayor importancia, hablando en materia de difusión y promoción de las artes de Chiapas.
A decir de los enterados: estos vientos no presagian buenos tiempos.
En fin, como dijera un carnicero: "que con su pan se lo coman".

domingo, 11 de enero de 2009

Un lugar para recostarse


Cuentan que de la isla salió un poeta. Los poetas también son islas, permanecen rodeados de agua luz sin agua.
Dicen que el poeta se llama Orlando González. Nació en Cuba y vive en Estados Unidos. Isla ésta también donde se amontonan hombres de las demás aguas del mundo. Nunca he leído un texto de este poeta. Hace apenas dos minutos me enteré que existe. Para mí era una isla en un mar remoto, alejado de toda memoria.
Acabo de enterarme, entonces, que tiene un libro de poesìa que se llama: ¿QUÉ EDAD CUMPLE LA LUZ ESTA MAÑANA?
Cuando leí el título algo como una flor abrió sus alas.
Tal vez nunca lea un libro de Orlando. Estoy seguro ¡nunca lo haré! No me interesa. Me quedaré para siempre con este título.
¿Acaso este título no está lleno de hierbabuena?
¿Qué edad cumple la luz esta mañana?

sábado, 10 de enero de 2009

LOS TOLERANTES


¿Cuándo escuché la palabra Tolerancia por primera vez? Cuando era niño ningún adulto comiteco la empleaba.
Yo tenía mis juguetes y no me gustaba prestarlos a nadie. Mi mamá era mía y de nadie más (soy hijo único). Tal vez por esto cuando tengo un afecto quiero que sólo sea para mí (y la vida se encarga, siempre, de demostrarme que ellas pertenecen al mundo que, a su vez, no pertenece a nadie). Tal vez, entonces, por esto ahora soy tolerante.
El mundo actual es lo más intolerante que puede existir en el universo y, sin embargo, la palabra tolerancia se ha vuelto muy famosa.
Los políticos dicen que habrá Cero Tolerancia para la Violencia y los violentos -imagino yo- rezan todas las mañanas el rezo que dice: "Cero tolerancia para todo mundo pacífico". Y así la llevamos.
En fin, lo que quiero confiarles es que en casa, de un tiempo a la fecha, nos hemos vuelto tolerantes (tal vez de más, tal vez ya casi estamos dispuestos a poner la otra mejilla). La Paty tolera mis excesos y yo tolero los de ella y así, entre excesos tolerados, creamos un clima que para otros puede parecer ficticio, pero que a nosotros nos da un cielo limpio de nubes oscuras. Tal vez este clima ha contagiado a medio mundo y el guasú (cotorrita australiana) y el Misha (gato enorme sin pedigree) han olvidado sus tendencias naturales. Ambos animalitos son poblanos y se adaptaron perfectamente al clima de Comitán. El gato todas las mañanas sale al patio, se esconde debajo de una maceta y espera los pajaritos para perseguirlos de manera infructuosa; la cotorra permanece en su jaula elevada y tiembla cuando el gato, desde abajo, se relame los bigotes. Pero cuando Paty saca al guasú y lo acerca al gato, éste se vuelve tolerante y permite que el pinche cotorro se pasee a sus anchas por su territorio.

PARA ALIMENTAR UN ÁRBOL GENEALÓGICO


FOTO DE LA FAMILIA DOMÍNGUEZ BERMÚDEZ (DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS).
CON PERMISO DE MIS LECTORES SUBO LA FOTO PORQUE LA TÍA LUCITA BERMÚDEZ FUE HERMANA DE MI ABUELA PATERNA: MARÍA BERMÚDEZ.
TAL VEZ SIRVA PARA QUE ALGÚN LECTOR DE CIERTA PARTE DEL MUNDO RECONOZCA ALGO. ¿QUÉ? NO SE SABE BIEN A BIEN. CADA FOTO PUEDE REMITIRNOS ALGUNA LUZ QUE AYUDE A ENTENDERNOS UN POCO MÁS.

DE IZQUIERDA A DERECHA:
EMITA (YA FALLECIDA), LUCIO (TÍO MÍO QUE RADICA EN QUERÉTARO), MARGARITA (RADICA EN EL DISTRITO FEDERAL), ARTURO (YA FALLECIDO), LOLITA (YA FALLECIDA), TÍO VÍCTOR (YA FALLECIDO. TUVO UNA TIENDA ENORME DE ABARROTES DONDE TODO SE VENDÍA A GRANEL. MI PAPÁ TRABAJÓ CON ÉL. EN UN TEXTO QUE ESCRIBÍ Y QUE SE LLAMA "LA LUZ DA VUELTA EN LAS ESQUINAS" ESCRIBÍ MÁS ACERCA DE ESA ETAPA DE VIDA DE MI PAPÁ. EL TEXTO FUE PUBLICADO EN UNA ANTOLOGÍA DEL CUENTO CHIAPANECO QUE EDITÓ EL GOBIERNO DEL ESTADO Y CUYO COMPILADOR ES PAQUITO MAYORGA), ANGELINA (RADICA EN EL DISTRITO FEDERAL), TÍA LUCITA BERMÚDEZ (YA FALLECIDA. LA MISMA MIRADA DE LAGO TRANQUILO POSEÍA MI ABUELITA MARÍA), GUILLERMO (YA FALLECIDO), Y ALBERTO (YA FALLECIDO).

COMO DATO COMPLEMENTARIO PONGO QUE EL PAPÁ DE TÍA LUCITA, DE TÍA JUANITA Y DE MI ABUELITA MARÍA SE LLAMÓ ONÉSIMO BERMÚDEZ Y LA MAMÁ SE LLAMÓ NARCISA ORTIZ.

viernes, 9 de enero de 2009

PREMIO PARA LA REVISTA "LIMINAR", DEL CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MÉXICO Y CENTROAMÉRICA


FONDO DE APOYO A LAS REVISTAS DE CIENCIAS SOCIALES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE “JUAN CARLOS PORTANTIERO” DICTAMEN – Concurso 2008
El Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), reunido en San Salvador, El Salvador, en el marco de su 78º período de sesiones ordinarias, los días 1, 2 y 3 de diciembre de 2008, dando continuidad al plan de acciones del FONDO DE APOYO A LAS REVISTAS DE CIENCIAS SOCIALES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE “JUAN CARLOS PORTANTIERO”, ha decidido por unanimidad premiar a las siguientes publicaciones de su red institucional:
1. Revista: Controversia (Colombia). Jefe del equipo editorial: Alejandro Angulo Novoa. CINEP. Fundación Centro de Investigación y Educación Popular. 2. Revista: Estudios (Argentina). Jefe del equipo editorial: Héctor Schmucler. CEA. Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba. 3. Revista: Liminar. Estudios Sociales y Humanísticos (México). Jefe del equipo editorial: María de Lourdes Morales Vargas. CESMECA- UNICACH. Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. 4. Revista: Papeles de Población (México). Jefe del equipo editorial: Juan Gabino González Becerril. CIEAP-UAEM. Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población. Universidad Autónoma del Estado de México. 5. Revista: Propuesta Educativa (Argentina). Jefe del equipo editorial: Guillermina Tiramonti. FLACSO. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. 6. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud (Colombia) Jefe del equipo editorial: Héctor Ospina. CINDE 7. Revista Venezolana de Estudios de la Mujer (Venezuela) Jefe del equipo editorial: Alba Carosio. CEM El Comité tomó en cuenta la excelencia académica de las propuestas, con base en los siguientes criterios:
1. Trayectoria
2. Consejo y Equipo editorial
3. Calidad y rigurosidad académica
4. Carácter Regional y/o Internacional


5. Calidad gráfica / diseño / producción
6. Pertinencia temática en el contexto latinoamericano actual

El Comité hace extensiva su más entusiasta felicitación a las revistas premiadas e insta a la Secretaría Ejecutiva del Consejo a dar continuidad a esta importante iniciativa. Miembros del Comité Directivo de CLACSO reunidos en El Salvador: Gustavo Verduzco Igartúa (Centro de Estudios Sociológicos, El Colegio de México). Representante de México en el Comité Directivo de CLACSO. Julio César Gambina (Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, Argentina). Representante de Argentina y Uruguay en el Comité Directivo de CLACSO. Margarita López Maya (Centro de Estudios del Desarrollo, Universidad Central de Venezuela). Representante de Venezuela, Colombia y Ecuador en el Comité Directivo de CLACSO. Marco Gandásegui (Centro de Estudios Latinoamericanos `Justo Arosemena´, Panamá). Representante de Centroamérica y Caribe. Marielle Palau (BASE-IS, BASE Investigaciones Sociales). Representante de Paraguay y Bolivia en el Comité Directivo de CLACSO. José Vicente Tavares (Programa de Pós-Graduação em Sociología, Instituto de Filosofia e Ciência Humanas, Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Brasil). Representante de Brasil en el Comité Directivo de CLACSO. Víctor Vich (Instituto de Estudios Peruanos, Perú). Representante de Chile y Perú en el Comité Directivo de CLACSO. El Salvador, 3 de diciembre de 2008

Exposición



Miriam Libhaber obtuvo una Maestría en la UNAM. Es una artista que maneja a la perfección el arte del grabado. Para los lectores de este cuaderno de apuntes que tengan la fortuna de andar por la ciudad de México en esas fechas tendrán el privilegio de admirar su exposición.

ESTUDIANTES DE NORTEAMÉRICA VISITAN COMITÁN

Un grupo de estudiantes de CORNELL UNIVERSITY visitó Comitán el día de ayer. En el Centro Cultural Rosario Castellanos montaron una exposición fotográfica y ofrecieron una plática acerca de Rosario Castellanos, impartida por el maestro Octavio Gordillo y Ortiz, para que el grupo tuviera una idea aproximada de la cultura de esta tierra.
Sólo para compartir subo algunas fotos del acto.






jueves, 8 de enero de 2009


Los papás nos prohibían leer “esas” revistas. Pero todo mundo las leía (bueno, con excepción de los muy puros y castos).
Había que guardarlas debajo de los colchones o mero hasta arriba del ropero. Los menos atrevidos pedíamos favor a los cuates para que éstos las guardaran en sus casas. Lalo no tenía papá, él guardaba las revistas de todos los cuates, era más fácil para él pues su mamá (enfermera) casi casi no estaba en casa.
En ese tiempo nos iniciábamos en la lectura de estas revistas a la edad de trece o catorce años (sí, sí, éramos menos precoces que los muchachos de estos tiempos).
En una matiné organizada por los padres de familia de la primaria Matías de Córdova miré por primera vez a una mujer encuerada. Los encargados del cine Comitán no tuvieron la precaución de revisar la película que exhibieron a niños de nueve o diez años de edad. Exhibieron “Viento Negro”, una magnífica película con David Reynoso (de ahí, precisamente, le quedó para siempre el mote de “El mayor”, porque así le decían en la película. Se descubre que le decían así porque era “el mayor hijo de la chingada”). Bueno de esto nos enteramos los indefensos chamaquitos y, para completar nuestra formación en materia sexual, vimos una escena en donde una mujer morena se baña; a través de una ventana muestra uno de sus senos. Cuando vimos esa escena, el silencio fue como una losa eterna en toda la sala. Los muchachitos no salíamos de nuestro estupor (y creo que hasta la fecha no hemos salido).
Desde entonces nos quedó el gusanito por saber más. Todo cuerpo desnudo representa un enorme misterio. Tal vez el más grande de la creación.
Yo soy un lector de literatura gracias a las revistas especiales para adultos (que en realidad los editores los hacen especialmente para adolescentes pues saben que ahí está el germen de la duda permanente). Los editores de esos tiempos de revistas para hombres adultos(no sé cómo sean ahora pues ya no las compro) sabían cómo justificar sus “travesuras sexuales”. Tal vez para que las conciencias de la vela perpetua no tuvieran pretexto para iniciar campañas en contra, los editores publicaban al lado de muchachas bonitas cachondas encueradas apetitosísimas textos de grandes escritores. Pongo, de ejemplo, en el número donde apareció Lety Pinto y Meche Carreño (dos actrices del cine mexicano, mucho más reconocida Meche que Lety) aparecen textos del escritor cubano Cabrera Infante, de Renato Leduc y de Mario Vargas Llosa ¡Nadita!
Los lectores de ese tiempo nos deleitábamos la pupila, el corazón, el esternón y algunas neuronas arrepentidas. Los muchachos de esos tiempos tenemos buen gusto y alegre el corazón por mirar tanta muchacha bonita y somos lectores de Vargas Llosa, García Márquez y demás fauna porque ellos aparecieron enredados en lianas de bellas actrices.
Que Dios bendiga a esos editores, a esos escritores y, sobre todo, a esas muchachas bonitas que se atrevieron a mostrar sus cuerpos para que los simples mortales creyéramos que el cielo era posible alcanzarlo.

miércoles, 7 de enero de 2009

Las banquetas de Comitán


Comitán es un pueblo nube. No todos lo ven así. Hay gustos para todo. Algunas personas dicen que Comitán es un pueblo aburrido.
Agradezco a Dios por darme la capacidad de hallar el asombro en cada piedra, en cada calle, en cada teja de este pueblo. Hay muchos comitecos y extraños que, de igual manera, se asombran ante este asombro de pueblo, pero hay otros que reclaman espacios para divertirse: no hay antros de categoría, no hay plazas comerciales, no hay cines, dicen. Claro, claro que no hay. Este pueblo es un tablón donde crece la enredadera de lo sencillo.
Cuando la rutina quiere trepar sobre mi hombro, salgo a la calle y juego el juego del escalador.
La ventaja de este pueblo es que su clima es templado y no existe la nieve que sí existe en el Kilimanjaro o en el Everest.
¿Recuerdan aquel juego de niños en que subíamos a una bardita y caminábamos sobre ella? El juego del escalador se parece mucho. Claro, el juego de la bardita era un juego de niños. El juego del escalador es para hombres intrépidos.
Para jugarlo basta elegir cualquier subida o bajada y caminar sobre la banqueta. La única regla a seguir es: Nunca debes bajar de la banqueta, no importa qué tan escarpada esté. Como este pueblo anidó sobre una montaña, su orografía obligó a sus constructores a improvisar las entradas de las casas. ¿Cómo se construye una banqueta que no se convierta en un tobogán? Se construyen gradas o pequeñas pendientes de diferentes materiales.
Un día el contagio del automóvil llegó a Comitán y obligó a romper banquetas para construir entradas a cocheras. Así, las banquetas se convirtieron en lo que hoy son: unas grandes laderas escarpadas por donde los comitecos jugamos al escalador. El primer paso se da en piso firme, pero basta dar tres o cuatro pasos más para sentir que el piso se abre ante una pared de medio metro de alto, acá es necesario apoyarse en la pared para poner el pie izquierdo sobre una piedra que sobresale. Este es el primer escollo salvado. Cinco pasos más adelante se topa uno con una entrada de cochera, con sesenta grados de inclinación. Para cruzar este paso de la muerte debe uno agarrarse de los barrotes de las puertas de metal. Al término, uno siente un ligero sudor sobre la frente revuelta con un caldo de adrenalina. Cuando el intrépido llega a la cima, Comitán hace el prodigio de convertir en águila al hombre.
¿Aburrido este pueblo? ¡Por favor! Para quienes piensan así los invito a bajar sin ayuda de cuerda y piolet por estas laderas interminables. Comitán tiene el privilegio del deporte extremo ¡extremísimo!, a cada vuelta de esquina (o más bien dicho: a cada subida o bajada de calle).

Invitación enviada por el Centro Cultural Rosario Castellanos

martes, 6 de enero de 2009

UNA LÍNEA TENUE


En los concursos hay muchas líneas tenues. Tal vez en los concursos literarios es donde más se presentan estas líneas que son tan tenues y difusas como las que pintamos sobre el agua. ¿Qué criterio establece cuál de dos textos magníficos es el mejor?
Hace rato brincó el azar de nuevo en mi vida. El azar también es una línea tenue. Entré a mi correo y revisé un mensaje que me envió Luis Daniel Pulido (un poeta muy bueno), ahí hallé una foto donde está él en compañía de Nadia Villafuerte (una narradora muy buena). Después que cerré mi correo entré a checar las noticias de El Universal (¿por qué el Universal y no la Jornada o el Milenio o el Reforma?). Ahí hallé una noticia calientita: Un cuento de Nadia obtuvo mención honorífica en el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo 2008. Este Premio es convocado por el Instituto de Cultura de Yucatán. El trabajo de Nadia brincó por encima de doscientos setenta trabajos más. ¡Pucha, no es fácil descollar entre tanta obra!
La obra de Nadia quedó separada del primer lugar por una línea muy tenue.
Hoy, Chiapas celebrará por igual este premio, porque sabe que esa línea es tan tenue que sólo reafirma la calidad de la narrativa de Nadia.
Si alguno de mis lectores no ha leído a Nadia es hora de que lea su obra. De manera frecuente en El Heraldo de Chiapas aparecen textos de ella que dan una idea de la calidad de sus cuentos y novelas.
Bien por Nadia, bien por Luis Daniel (sé que celebrará el éxito como suyo, más que suyo). Un abrazo desde acá para ambos.

Recado para doña Lolita Albores



Querida doña Lolita, leí el blog del maestro Melgar y me enteré que hoy "cumple" usted tres años de estar en la otra región. ¿Cómo le va? Imagino que allá no existen estas broncas de cambio climático o de recesión. Imagino que allá no hay esto de las tortillas con asiento o de los panes compuestos. Imagino que allá tampoco existe esto que acá llamamos crónica. Allá, imagino, todo es como una luz infinita, como un sin estar eterno. Hoy escribo esto como un recuerdo a su memoria.
¿Sabe qué privilegio me reservó Comitán ahora que regresé de mi estancia de diez años por Puebla? ¡Vivo en una calle que lleva su nombre! ¡Sí, juro que es cierto! En la casa de la esquina hay una placa de color azul con letras blancas que dice: "Avenida Dolores Albores Solórzano", pucha, qué orgullo, ¿no? Y lo más bonito es que es la quinta avenida. ¿Se acuerda del poema que escribió y que así se llama?
Una vez me pidió que yo le dijera uno de "mis poemas", yo le dije que debía leerlos y usted, sorprendida, me dijo: ¿Cómo es posible que no te acuerdes si tú eres el autor? Ay, doña Lolita de todos los chimbos, de todos los africanos, de todos los turuletes, usted creía que todo mundo era como usted. No, no, en el mundo hay pocas memorias privilegiadas. Por esto, el otro día oí decir a alguien que en el mundo no hay personas insustituibles, y yo estoy de acuerdo, pero, ¿sabe qué? Usted hace falta en nuestro Comitán.
Un abrazo, querida doña Lolita, donde quiera que esté. (¿De verdad, allá no existe esto que acá llamamos Jocoatol?).

lunes, 5 de enero de 2009

El rostro más bello


Lety cumplió su sueño. Una tarde de 1973 firmó una dedicatoria a Cothy Soto y escribió: "...deseando que así como yo sueño ser una gran actriz de cine ella llegue a ser una gran cantante". El nombre completo de Lety es: María Leticia García Pinto, y su nombre artístico es: Leticia Pinto.
Tres años después, Lety actuó en la película: "Los Desarraigados" al lado del hijo de Pedro Infante, Rosa Gloria Chagoyán y de uno de los Almada. En 1978 actuó en "La banda del carro rojo".
Tal vez el problema de los sueños es que siempre les anteponemos adjetivos. Tal vez uno debe soñar simplemente en ser.
Lety fue mi compañera en la secundaria. Es simpático, a pesar de que nunca tuve un trato muy cercano con Lety recuerdo con gran intensidad el momento en que ella me dio el abrazo en la cena de despedida de la generación 68-71. La Coco Arredondo prestó su casa en el barrio de San Sebastián para la cena. La Coco no era nuestra compañera, imagino que algún compa le pidió la casa de patio generoso y ella accedió. A final de la cena todos nos dimos el abrazo de despedida. Con muchos nos seguimos viendo en la preparatoria, pero otros se fueron a lugares lejanos o dejaron de estudiar. Cuando Lety me abrazó me dijo: "No cambies ¡nunca!".
En 1972 hubo una conmoción en Comítán, llegó el equipo de producción de una fotonovela (en ese tiempo las fotonovelas eran muy leídas en toda la república). Al lado de actores más o menos conocidos de la ciudad de México actuaron actores del pueblo. Dentro de estos estuvo la Lety bonita. De ahí tal vez, o desde antes, debajo de un árbol de jocote en el restaurante que tenía su mamá en tierra caliente, Lety soñó en ser una "gran actriz de cine" (la foto que acompaña este textillo está tomada de una de las páginas de esa fotonovela).
En 1974, mis compas y yo, nos fuimos a la ciudad de México para estudiar la Universidad. Un día, Quique llegó con una revista y la abrió de par en par. En el poster central estaba Lety ¡totalmente encueradita! Le arrebaté la revista a Quique y la vi con emoción. La Lety de todos los calores de Comalapa estaba en nuestras manos (y saber en cuántas más de lúbricos chavos mexicanos). Así como recuerdo con intensidad su abrazo y palabras de despedida recuerdo cada parte de su cuerpo de escasos dieciocho o diecinueve años. Recuerdo que sus brazos tenían un vello fino como capa de césped suave. Le regresé la revista a Quique, saqué dinero de una gaveta del clóset de nuestra recámara en la casa de Tía Anita, en la colonia Roma y bajé los escalones de dos en dos para ir por "mi" revista. El poster central lo quité y lo pegué sobre la cabecera de mi cama (casi casi al lado de una estampita del Sagrado Corazón que mi mamá había metido adentro del veliz cuando dejé Comitán).
La Lety de todos los cielos y de todas las enramadas, no sólo estaba en nuestras manos y adentro de nuestras miradas, también estaba en las manos del Padre Carlos. Alguien me contó que un día el Padre Carlos (Director General de nuestra escuela secundaria) recibió un paquete por correo sin remitente (nada raro en aquel tiempo) y cuando lo abrió halló la revista donde apareció Lety encueradita y además una nota que decía: "¿Ya vio usted qué hacen sus alumnas?".
Así como Lety cumplió su sueño, Cothy también lo cumplió. Cothy vive en Comitán y tiene varios discos grabados con su voz.
El día que se estrenó una de las dos películas de Lety, Quique y yo fuimos al cine. Apenas las luces se apagaron y se iluminó la pantalla, vimos una playa y un mar que se deshacía sobre la arena, y vimos a Lety, encueradita de nuevo, corriendo como si fuera una gaviota, la gaviota más bella de todo ese territorio.
Nunca entendí por qué en la película "Los Desarraigados" su personaje habla como si fuera hija de Tizoc: "No lo quiero entender, patroncito". Una estupidez pues su personaje es el de una muchacha bonita, rebelde, que radica en la frontera de EEUU, pero, bueno, la culpa lo tuvo la Lety por no soñar con actuar en películas de Woody Allen.
Lety no actuó más. Lo que parecía ser para ella un camino ascendente de pronto se interrumpió.
A veces, muy de vez en vez, la televisión programa sus películas y yo tengo la fortuna de verlas. Cuando en la pantalla aparece la palabra Fin, apago el televisor, cierro los ojos y veo a Lety en el salón de clases de la secundaria.
Ramiro Suárez y yo nos sentábamos justo detrás de María de los Ángeles y de Lety de todos los sueños. A veces ellas jugaban y, mientras el padre Carlos (de manera brillante) nos enseñaba las glorias de El Cid, Campeador, Ramiro y yo éramos jueces del maravilloso juego que ellas jugaban.
Lety fue, en la secundaria, una más de las compañeras. Tal vez descollaba un poco porque era el rostro más bello, pero nunca soñé con ella. Por esto no sé, jamás lo sabré, porqué nunca olvidé sus palabras ni sé qué me quiso decir con ellas: "No cambies, ¡nunca!".
Ahora no sé de verdad si le hice caso, porque he cambiado en muchas cosas, pero tal vez en lo esencial no. Por esto ahora recuerdo con afecto a la Lety de todos los vientos, la niña de nuestra generación de secundaria que cumplió sus sueños sin adjetivos.

domingo, 4 de enero de 2009

Como Santo Tomás

Mis lectores de Comitán no creen lo que platico de otras partes del mundo, y los lectores de otras partes del mundo no creen lo que platico de Comitán. Con frecuencia me dicen: "Eso es mentira".
Karina me decía "Es que no puedo creer que a vos te pasen tantas cosas". Se refería a ciertos personajes con los que me topo a cada rato.
A veces no tengo que salir de casa para ser testigo de la maravilla del mundo. Pero, hay gente incrédula y hace bien, porque uno no puede andar creyendo todo lo que el mundo cuenta. Sería un exceso creer que las historias de Gabo García Márquez son ciertas. Uno no puede andar creyendo que los cielos de Van Gogh ¡existen!
Un día, en Tuxtla, Valerita de todos los cielos, me preguntó si "El Memelas" y su sobrina Frida existían de verdad, de verdad. Meses después Valeria me dijo que llegaría a Puebla, entonces yo le dije al Memelas que se preparara porque conocería a Valita ("El Memelas", como me quiere mucho, aceptó conocer a Valita, porque, todo mundo sabe, mi amigo es muy escaso).
Yo esperaba que en cuanto Vale llegara a la casa me pidiera conocer a Frida y a "El Memelas", pero agarró y se fue con Paty y Fer a Cholula, y en la noche fue a conocer los antros del Centro Histórico en compañía de su Arbey. Tres o cuatro dìas Vale anduvo por la casa y regresó sin "exigir" la visita a casa de mi amigo. Yo no dije nada, así le evité una espinita a mi compa cholulteca.
Hace dos o tres meses un compa de Puebla me escribió y preguntó lo mismo que me preguntan dos o tres lectores más: "¿La tasha y el misha existen?". A riesgo de que mi compa poblano crea que fui a algún zoológico de París a tomar esta foto la subo y se la dedico.

En nombre de Papá



Paty y yo fuimos al panteón hoy en la mañana. Cuando mi papá falleció (en 1990) mi hermano (que nunca tuve) me decía: "Lo hagamos en nombre de papá", y hacíamos algunas cosas como homenaje a él. Por ejemplo, íbamos a San Cristóbal y comprábamos "cacaté" (mi papá bromeaba diciendo: "caca de no sé qué", pero era una de sus botanas favoritas). El cacaté es una semilla amarga amarga. Mi hermano imaginario y yo regresábamos a Comitán. Como la cáscara del cacaté es dura, golpeábamos la cáscara con una piedra hasta que descubríamos la semilla blanca. Todas las semillas las colocábamos en un frasco con agua y sal. Lo dejábamos curtir por semanas (ya no recuerdo cuánto). Después de un tiempo sacábamos las semillas, las poníamos sobre un plato, le echábamos limón y las probàbamos. Ambos arrugàbamos la cara por tanto amargor, pero cuando mi hermano estaba a punto de escupir la semilla, yo decía: "Lo hagamos en nombre de papá" y ambos reíamos y seguíamos comiendo como si el cacaté fuera un chocolate de almendras.
Hoy, Paty y yo fuimos a dejar flores a la tumba de mi papá. Caminábamos por en medio de los pasillos cuando Paty vio una capilla casi en ruinas con una mini ventana. ¡Tómale una foto!, dijo Paty, pero yo le dije que faltaba la escala humana para que los espectadores apreciaran el tamaño de la ventana. Entonces Paty se colocó como una modelo de esas que anuncian autos o muebles y yo tomé la foto.
Paty se resistió un poco para que yo subiera la foto al blog, pero, al final aceptó. Debe ser porque yo invoqué aquella famosa frase: "Lo hagamos en nombre de papá".

sábado, 3 de enero de 2009

Granjas


¿"Apollo" en tareas?
¡Pío, pío, pío!

viernes, 2 de enero de 2009

HUBO UN TIEMPO



Hubo un tiempo en el cual los comitecos se guiaban por referencias. "El Chulul", un árbol sembrado en un predio de la calle que sube al templo de Guadalupe era una referencia importante. Si alguien preguntaba por la casa de fulano la referencia era más o menos así: "A dos cuadras de El Chulul, con rumbo a la "Alabor"".
Otro punto referencial fue "El veinticinco"(éste sigue siendo, el chulul ya no porque lo botaron). El veinticinco es una tienda que anda por el rumbo de "Las tres cruces". Es de intuir que ese fue el número oficial que le tocó. Entre mi palomilla no hay pierde: la casa de Javier está a media cuadra del veinticinco. Doña Lupita es la señora que atiende el veintinco.
Ahora, un comerciante simpático, que está a veinte metros de la casa de Javier, y a ochenta metros del veintinco, le puso a su negocio el nombre de "Doce y medio". ¡Bendito ingenio comiteco que baña las orillas de nuestro corazón! Yo vivo a cuadra y media del doce y medio y a dos cuadras y media del veinticinco.

jueves, 1 de enero de 2009

PROCESIÓN


Caminé por Comitàn y las calles estaban casi vacías. Lo mismo sucede en las calles de la mitad del mundo. Sólo en Trinitaria sucede lo contrario.


La Trinitaria es un pueblo cercano a Comitán. El santo patrono del pueblo es El Padre Eterno. La gente de la comunidad tiene la costumbre de realizar una procesión para pedir la protección divina, el primer día del año.


Los fieles sacan la imagen de bulto del santo y la llevan en procesión por las calles del pueblo. Los vecinos por donde pasa la imagen adornan sus fachadas y al paso de la procesión gritan: "¡Que viva el Padre Eterno!" "¡Que viva!".


"¡Que viva la Santísima Trinidad!" "¡Que viva!".


"¡Que viva Trinitaria!" "¡Que viva!"
El pueblo de Trinitaria es el antiguo Zapaluta. Lugar que se hizo famoso en todo el mundo por el letrero que había a la entrada del panteón que decía: "Acá se entierran los muertos que viven en Zapaluta"