miércoles, 20 de mayo de 2009

ABRAZO PARA EL MUNDO



No hablo del mundo mundo, del mundo lleno de malas influencias e influenzas. No hablo del mundo lleno de chunches chinos, de pinturas que valen millones de dólares, de políticos mexicanos que insisten en enterrar la ética y los valores; no de este mundo frágil, tan lleno de contados malandrines que lo dominan. Ni siquiera hablo de este mundo donde aún (“Que Dios bendiga a Dios”) viven millones de hombres buenos; donde la fe todavía es un tren que sale a tiempo todas las madrugadas. ¡No! Este abrazo no es para ese mundo tan lleno de algodones deshilados, este abrazo es para “El mundo que nos rodea”, el programa de radio que conduce el maestro Roberto Gordillo Avendaño, en Radio EXA, 95.7 F.M., en Comitán.
¿De verdad este programa nos habla del mundo que nos rodea o sólo es el maravilloso pretexto para ubicarnos en el centro de ese espacio tan indefinible?
Hoy (los medios nos lo recuerdan a cada instante) los hombres vivimos en un supuesto mundo global donde todo nos es próximo. El mundo que nos rodea es una inmensa nube que, como aro de Saturno, nos acompaña a la vez que nos constriñe. Es bueno tener el mundo al alcance de nuestras manos, pero también es asfixiante saberlo como una boa constrictora.
Lo cierto es que esa tan sobada globalización es un ente abstracto. El mundo no es más que lo inmediato, lo que está a la vuelta de la esquina, la mirada de la muchacha bonita que limpia la mesa del restaurante, el trapazo que le da el joven al carro, el caminar de la estudiante, del maestro, del bolero, de la señora que lleva prisa porque ya tocaron el tercer repique para la misa. No importa lo que nos mira desde lejos sino lo que alcanzamos a tocar.
El programa del maestro Roberto celebra mañana su segundo aniversario. No es entonces atrevido decir: El mundo que nos rodea apenas comienza a caminar. No obstante es un bebé de esos que llaman precoces porque, en lugar de balbuceos, nació con la mejor dicción de la radio en Comitán (y aquí se aceptan apuestas en contra y pago veinte a uno). Este es uno de los atributos que los comitecos le reconocen. La radio (lo sabemos todos, lo escuchamos todos) está plagado de conductores gritones. ¿Por qué gritan? Porque creen que con ello disimulan su mutilación intelectual. El maestro Gordillo posee una voz mesurada, agradable y un conocimiento extenso del lenguaje y demás ajos literarios. No es tampoco, pues, atrevido, decir que este programa nos recuerda la función que debe cumplir la palabra en este mundo inserto en el caos. Cuando la palabra precede al silencio de la reflexión ¡su misión está cumplida!
“El mundo que nos rodea” es una isla que tiende diez puentes; es una mano que borda cien lienzos; un hilo que se enreda en mil entendimientos; un libro que injerta un millón de palabras, un millón de estrellas, un millón de nostalgias.
Es bueno que haya gente como Roberto; es bueno que en la radio exista gente con humildad e inteligencia. Es bueno que haya programas de radio donde los escuchas sepan que existen diferencias. Así como agradecemos que exista Bach por encima de la guitarra de Arjona, debemos agradecer que haya algo como un ramito de luz en medio de la oscuridad del mundo que nos circunda. Felicidades al maestro Roberto, a su equipo de trabajo y a Pedro Aguilar -gerente de radio EXA- por estas dos velitas.