domingo, 31 de mayo de 2009

"Con el correr de los años..."


En mis años de adolescente una canción de Cortés se puso de moda: "Mi árbol y yo". Esta canción habla de la relación del autor con el árbol. En alguna parte de la canción dice: "Con el correr de los años, me llegó la adolescencia...".
Ayer recordé la canción cuando vi este árbol en el rancho de un afecto.
Este árbol creció y, siendo "niño", soñó con ser un árbol muy alto, muy fuerte, muy grande. Soñó ser lo que sueñan todos los árboles niños: la pista de aterrizaje de mil pájaros; el nido de los polluelos que ensayan el vuelo; la fronda que da sombra al caminante; el pararrayos que se quema cuando asoma la tormenta; el camino mayor que transitan miles de hormigas y gusanos; el pretexto textil de la araña; el sueño de la hierba y la montaña cercana a la que trepan todos los niños de casa.
¡Todo se le cumplió! Pero, "con el correr de los años..." uno de sus brazos (la rama negra de la familia), perdió el rumbo y creció hacia un lado, y creció tanto que un día amenazó con despegarse del tronco mayor. Fue preciso que alguien de casa le colocara algo como una prótesis para evitar el desgajamiento, la ruptura.
Ayer que lo vi, recordé la canción de Alberto Cortés y también recordé las caricaturas de Quezada, donde un hombre es tan frágil que tiene que ser apuntalado para evitar su fractura. A pesar de que la rama es más joven que el tronco, la rama ya camina con bastón, como si fuese un anciano artrítico que padece osteoporosis.
El tronco de este árbol aún está fuerte, lleno de vida. También sus ramas están llenas de helechos y de orquídeas que florean en septiembre. Pero una de ellas se equivocó de rumbo y en lugar de crecer mirando al cielo bajó la mirada hacia el suelo. Tal vez en alguna vida pasada no fue rama sino tronco, por esto sueña con ser raíz, con enterrarse en el suelo.
Por el momento, parece que el puntal vuelve a recordarle su vocación y apunta hacia el cielo. ¿Quién sabe si entenderá la lección o reincidirá en su rebeldía? La respuesta aparecerá "con el correr de los años".