viernes, 1 de mayo de 2009

GRANOS DE ARENA (16)



HISTORIA DEL HOMBRE QUE CONFUNDÍA LA PALABRA OJO CON LA PALABRA HOJA
Mil ojos no le bastaron para escribir la historia de la mujer con las hojas verdes más bellas del mundo.

DE MUJERES QUE BUSCAN LA A EXTRAVIADA DE UN BRAZO DE MAR
Alfonsina nunca había visto el mar. Cuando estuvo frente a él, y el marinero le dijo que esa parte era un brazo de mar, ella pensó que el mar era un hombre enorme, como el gigante del cuento que mamá Juanita le leía cuando era niña. Por esto Alfonsina se perdió en medio del mar, en intento de llegar al palacio del gigante, en intento de sembrar un árbol en el patio de su corazón.

LA VERDAD DE LAS MENTIRAS
Todas las mentiras del mundo se concentraron en el Centro de Convenciones de Tuxtla Gutiérrez, para asistir al Concurso de la Mentira más Grande del Mundo. Al día siguiente “El Heraldo de Chiapas” dio la noticia que todas habían regresado molestas a sus lugares de origen. Lo del concurso había sido una mentira.

POR LOS SUEÑOS DE RING SIDE
Un chiapanaco es aquel que es fan de Ricardo Arjona y asegura que el boxeador favorito de Salvador Dalí fue Mohammed Alí.

LAS VERDADES TIBIAS
Marianita nunca dice una mentira. Ella inventó el término “verdad tibia” con el que designa aquel suceso que no se ajusta a la realidad. Cuando buscan a su papá y éste le dice que diga que no está en casa, ella no miente, sale a la puerta y dice la siguiente verdad tibia: “¿Ya buscó en la cantina?”. “No”. “Ándele, búsquelo ahí”, cierra la puerta y entra satisfecha. Hoy le pregunté si me ama, Marianita sacó un espejo pequeño de su bolso y, sin verme a mí, dijo: “Claro que te amo, te amo como a nadie”.

PORQUE EL PASADO ESTÁ POR LLEGAR
La golondrina no tenía plena conciencia de ello, pero cada vez que el tren salía de la estación ella volaba en la misma dirección del tren. La golondrina llegaba al punto de destino del tren y regresaba. Casi siempre encontraba al tren a mitad del camino, entonces pensaba: “El tren apenas va y yo ya estoy de regreso” y sentía algo como un fulgor de orgullo, pero cuando llegaba a la estación se entristecía, porque no le quedaba más que sacar su tejido y hacerle de Penélope.

LA NETA DE QUIÉN DIJO CIERTOS REFRANES POPULARES
“Quien mucho abarca poco aprieta”, tornillo de ½” a tuerca de ¾”.
“Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados”, el pollito que sacó diez en el kindergarten a su hermano huevo.
“Perro que ladra no muerde”, Fido en el consultorio del dentista.

LA PROHIBICIÓN DE LIBROS
Cuentan que un dictador dictó (que es lo que hacen por lo regular) que todos los libros desaparecieran. Para evitar la pena de los enfrentamientos estériles entre humanos, los libros desaparecieron motu proprio. El dictador se sintió satisfecho al día siguiente pues sus más cercanos colaboradores le informaron que todos los libros habían desaparecido. Se emocionó tanto que dictó la desaparición de todos sus enemigos y éstos, para evitar el enfrentamiento estéril, desaparecieron por sus propios medios. Al día siguiente su palacio y su territorio estaban desiertos. No hubo quien le notificara el fin de su dictadura, pues no tenía ya a quien gobernar.

A MANERA DE PUNTO FINAL
Era tan buen Cuentacuentos que él mismo se creía todos los que contaba. El día que contó el cuento de “El gato que no reía” le causó tanta gracia que no paró de reír durante más de dos minutos en el escenario. Río tanto que no escuchó al niño espectador que le preguntó a su papá: “¿Por qué acá en el zoológico los tigres siempre están adentro de jaulas?”