sábado, 13 de octubre de 2007

Cine Montebello

A veces creo que lo soñé. En la vida hay sustancias muy frágiles. Nadie más habla de esa característica del Cine Montebello.
Yo recuerdo al cine con su fachada de azulejos azules, como si fuera un enorme sanitario. Y esto precisamente es lo que más recuerdo del cine: sus sanitarios.
A veces lo platico en otras ciudades y ¡no lo creen! Los sanitarios del cine Montebello estaban adentro de la sala y todo mundo se daba cuenta de quién entraba o salía.
Pero, no sé. A veces dudo. ¿Algún compa comiteco de mi generación -y cinéfilo igual que yo- puede decirme si esto lo soñé o en realidad así fue?
Recuerdo que compraba el boleto de entrada, luego -en la dulcería- compraba una bolsa de cacahuates japones y un vaso de pepsí (el refresco lo servían en vasos encerados que yo creo ya no hacen), ya luego entraba a la sala (insisto, el color que dominaba era el azul, incluso la cortina que limitaba el lobby con la sala era de ese color).
Me sentaba en la última fila de la sala, cerca de la entrada (por aquello de poder salir pronto en caso de que ocurriera un incendio).
Y recuerdo, como si ahora mismo lo viera, que al lado de la pantalla estaban los sanitarios (en el extremo izquierdo el de damas y en el derecho el de caballeros), de tal suerte que cuando alguien -hombre o mujer- entraba al baño la luz del interior obligaba a todos los espectadores a dejar de mirar la pantalla y, en acto reflejo- ver hacia el baño.
Sé que platicado así ¡no es creíble!
Sin embargo yo recuerdo que así era.
A veces dudo porque repito una y otra vez: ¡no puede ser! Una idea así de loca ¡es increíble!
Sin embargo, a veces estoy dispuesto a apostar doble contra sencillo que así era.
¿Alguien vio lo mismo que yo? ¿Alguien?