En mi correo pesonal hallé un mensaje de don Roberto Coello Trejo, director de "La Voz del Sureste". El correo traía una copia de su columna periodística. Por el momento el periódico no se imprime. Para que mis lectores se enteren del contenido de la columna la trascribo a continuación.
La Reforma en lo “oscurito” y ¿agua para todos?
Roberto Coello Trejo
La noche del pasado jueves la ciudadanía chiapaneca se hizo mil y una conjeturas: ¿qué pasó ante el inusitado despliegue de fuerza alrededor de Palacio de Gobierno y el edificio que alberga al Poder Legislativo? La verdad nada del otro mundo. Quizá los autores de lo que en lo “oscurito” estaban aprobando los señores legisladores, que no tuvieron la oportunidad de conocer su contenido ya que fue aprobada “fac trak”, estaban en la creencia que la reforma constitucional que le dio vida al Ministerio de Justicia y sepultó la Fiscalía General del Estado, levantaría “olas” que se salieran de control y lesionara el Estado de Derecho. El engaño se volvió a hacer evidente.
No hubo tales “olas” que sólo maquinaron mentes malévolas y cochanbrosas. Las “aves del mal” fallaron en sus elucubraciones. La reforma que dió vida al Ministerio de Justicia, misma que entrará en vigencia cuando se publique en el periódico oficial, preocupó más a sus autores que al que en cualquier momento tendrá que dejar el cargo porque las nuevas reglas del juego así lo establecen.
La desaparición de la Fiscalía General del Estado, de avanzada como se externo en su momento, respondía no sólo a los criterios de conocidos juristas que están “curtidos” en el tema de la procuración de justicia, sino del propio presidente Felipe Calderón que evidentemente comparte el criterio del ministro de la Suprema Corte, Juventino Castro, quien ha sostenido la necesidad de que la Procuraduría General de la República se convierta en Fiscalía, con nuevos atributos y mecanismos que realmente coadyuven a poner fin a la fatalidad que confrontan los mexicanos y que no hay nada para acabarlo, como ha quedado demostrado en estos primeros meses de la administración calderonista, con los pobres resultados -a excepción de la chiapaneca como lo han externado- de las dependencias encargadas de combatirlo, coincidiendo, reitero, con la propuesta de reforma judicial del presidente Calderón, que al margen de la creación de la Fiscalía General se contempla, entre otras cuestiones, la creación de una dependencia mixta de coordinación y enlace interinstitucional en materia de combate a la delincuencia.
Las atribuciones del nuevo Ministerio de Justicia se desconocen, pero es evidente que en ese renglón se da un paso atrás y todo, eso suponemos, para satisfacer intereses políticos. Herrán Salvatti bien pudo haber renunciado al cargo sin que se hubiese montado un “show” para desaparecer la Fiscalía, cuya creación, ésta sí, fue inédita en todo el país.
¿Agua para todos?
El slogan que se puso en boga al asumir el cargo de alcalde de la ciudad capital el ahora gobernador Juan Sabines Guerrero en relación a la supuesta solución a la escasez de agua potable que padecen los tuxtlecos de que habría “agua para todos”, constituye y seguirá constituyendo una más de las muchas utopías de las que ya se confrontan ya que, y los afectados no dejarán mentir, la escasez persiste así las ¿obras? de captación y ¿distribución? que se iniciaron hace tres años ya se concluyeron.
El gusto será pues pasajero y será -no los medios- la propia ciudadanía la que se convencerá, con hechos y no palabras, que no habrá “agua para todos” por la simple y sencilla razón de que para gozar de ese beneficio se requiere no sólo de obras majestuosas como el reemplazar las ancestrales redes de distribución -más de 60 años- que podrían estallar con la nueva presión de que están siendo objeto, sino el introducir miles de metros lineales de tubería conductora de agua para dotar del preciado líquido a cientos de ciudadanos que carecen de ello, al margen naturalmente de la instalación de las tomas y los medidores domiciliarios.
Obras titánicas y molestas, ya que literalmente el llevarlas a cabo representarían, al margen de destruir más de la mitad de la ciudad, una erogación millonaria que no hay de donde sacar si se parte de que las finanzas públicas están comprometidas en empréstitos y fideicomisos.
Ciertamente las obras de captación, en las que supuestamente se erogaron 400 millones de pesos, por las que andan en líos con la justicia los ejecutores de los trabajos -mismas que se desconoce a qué plazo y tasa de interés se contrató el empréstito con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS)- ya se concluyeron sin que realmente el usuario haya sido efectivamente beneficiado ya que ahora resulta, y los usuarios lo dicen, los que gozaban del servicio cuando menos tres veces a la semana, ahora lo sufren desde que el presidente Calderón le dio vuelta a la llave.
El retraso en los trabajos en los que se erogaron 400 millones de pesos fue considerable por muchas razones, pero esencialmente porque los planos y proyectos no sólo se realizaron sobre las rodillas, si no que no contaban con los permisos que para una obra de esta envergadura otorgan dependencias federales. Los responsables de ello, como se puede ver, ni se apenan ni se acongojan; obvio forman parte de la “junta de notables” que pululan en los pasillos de Palacio de Gobierno en la que su principal tarea es engañar al gobernador Sabines.
Las modernas instalaciones, que cuentan naturalmente con su planta potabilizadora captaría -aún no porque muchos puntos de la ciudad se convertirían en “fuentes naturales” al reventarse las líneas obsoletas de conducción- dos mil litros del preciado líquido por segundo. Cantidad más que suficiente, pero ¿cómo se hará llegar a los hogares que carecen de redes de distribución y tomas domiciliarias? Es obvio que se las podrían hacer llegar a través de pipas, pero ¿tendrán la capacidad, el personal y las unidades necesarias para entregar todos los días el preciado líquido a la ciudadanía que le están haciendo creer en “sectorizaciones” y otras sandeces y que esta creída que contará con agua “todos los días” a no ser la que caiga del cielo?.
Lo dudamos. Gozarán del preciado líquido los que de siempre se beneficiaban una o dos veces por semana del vital elemento; tal vez los que por “descuido” les proporcionaban unos litros al mes y, esta por verse, los que durante años tuvieron un medidor de “adorno” en los pórticos de sus viviendas por donde emanaba únicamente aire.
Coincidimos con lo que externara la alcaldesa Rosario Pariente antes de la inauguración de las obras de captación más no de la distribución: “ya no hay que mentirle al pueblo”. Creemos que los dizque “asesores”, los que le hablan al oído al gobernador Sabines y lo arrullan con el canto de las sirenas, también deberían dejar de echarle mentiras. Con mentiras o sin ellas gozan de su amistad, protección y aprecio.
Si habrá mucha agua, pero NO PARA TODOS, aunque todo se remediará, hasta para prestar a otros municipios el vital elemento, cuando entre en operaciones lo que viene ofreciendo uno de los candidatos a la alcaldía y que le hace llamar “acuaférico” mismo que requerirá, afirman los conocedores, de una inversión superior a los cinco mil millones de pesos.
¿Qué empresa privada se atreverá, cuando menos a trabajar en el proyecto en calidad de socios, cuando los usuarios del servicio no conocen ni saben lo que es la cultura del pago y muchos otros miles recursos, que deben servir para la ejecución de obras, se van al tobogán del populismo?
