martes, 3 de marzo de 2009

David Lachapelle


Dicen que es un fotógrafo norteamericano que nació en el año 1969. Dicen que es uno de los mejores fotógrafos del mundo. Dicen que ha retratado, por ejemplo, a Angelina Jolie. Dicen que es uno de los fotógrafos surrealistas más irreverentes.
Hasta el día de hoy yo no sabía nada de él. Sucede que ahora hay una exposición de sus fotografías, en San Ildelfonso, de la ciudad de México.
Las dos ramas me interesan: el surrealismo y la fotografía. Tal vez por esto, hoy en la mañana di con Lachapelle en este chunche.
¿Es un irreverente? Sí, es un fotógrafo que no respeta las imágenes cliché. Tiene una fotografía donde están Jesús y sus doce apóstoles en una imagen que no tiene ninguna relación con la imagen bíblica que pintó Da Vinci, por ejemplo.
Sin embargo, su irreverencia puede quedar atrás si uno aprecia el plano estético. Por las pocas fotografías que logré ver, por encima de esa sensualidad tan despojada de misterio hay una luz que da una nueva mirada a los objetos.
Hay una composición donde el sueño parece poner un pie en la realidad.
La imagen de Jesús con sus apóstoles, por ejemplo, retoma una imagen conocida. Cuando nosotros la vemos no podemos sustraernos a la idea de que es una imagen que se mofa de la imagen de Jesús. No obstante, la plasticidad de la imagen también puede hacernos reflexionar en algo que es absurdo y sin embargo probable en el territorio del sueño. Si Jesús viviera en estos tiempos, seguro que se reuniría con los tipos que están en la fotografía. Acá es donde el arte entra a otra dimensión.
Vale la pena ver la fotografía de Angelina (una de las artistas más sensuales de estos tiempos); vale la pena ver la fotografía de la cantante Madonna (en realidad es una fotografía bellísima que juega con esos caminos de luz intensos de las madonnas del renacimiento).
En fin, yo agradezco al mundo siempre que hallo una mirada novedosa. Sin duda que la mirada de Lachapelle es una ventana estética agradable.