viernes, 20 de marzo de 2009

GRANOS DE ARENA (12)



NO HAY PEOR GATO QUE AQUÉL QUE NO SE LAME SOLO
Fido recomendaba a Fofo no se dejara explotar en la fábrica donde laboraba. “Nunca pasarás de ser un gato de ese buey” (el buey es el dueño de la fábrica de explosivos marca Acme).
Fido tenía razón, ayer a Fofo le explotó un cartucho. Hoy en su epitafio escribieron: “Era un lindo gatito, pero no más que un gato”.

ACERCA DEL HOMBRE QUE CONFUNDÍA LA PALABRA LAMA CON LA PALABRA LIMA
El patio es húmedo. El hombre sube a un árbol de lama, corta una, la parte en dos y la come. Cuando el hombre baja se llena de la lima que cubre el tronco. Su mujer se encabrita: “¿Qué te crees, que soy tu sirvienta para quitar esas manchas de lama en tu pantalón?”. El hombre ve su pantalón manchado de lima y no dice nada. Vuelve a treparse al árbol. Ahí medita. Se cree predestinado para suceder al actual Dalail Lima.

DE RECESIONES CON RUMBO A MALPASO
Un chiapanaco es quien cree va ir a la Bolsa Mexicana de Valores cada vez que lo invitan a viajar por el Sumidero.

DE LOS NÚMEROS QUE SON TRAVIESOS
¿Cómo es posible que el canal 11 de televisión esté cumpliendo 50 años, en tanto el canal 22 (que tiene el doble de aquél) apenas cumple 19 años?

EFECTOS DE LA RECESIÓN
Botero expuso en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México. Al término de la exposición los cuadros le fueron enviados a su residencia de Bogotá, dos de los cuadros mostraban mujeres anoréxicas.

DE LO QUE SUCEDE CON LAS VIGAS RESISTENTES
Era una corbata rebelde. No le gustaba ser usada por oficinistas, por novios o por chicos de primera comunión. Su tela de seda brillaba cuando algún millonario defraudador coqueteaba con la idea del suicidio.

OTRA DE NÚMEROS INCREÍBLES
La Barbie cumplió cincuenta años y sigue tan fresa como nació; en cambio, la muñeca de trapo de Marianita, con apenas trece años de vida, está más negra y con el aserrín desparramándose por la panza abierta.

LAS GOLONDRINAS
Lu Wan viajó a México y cuando se despidió le tocaron las golondrinas. Ahora, cada vez que un comensal del restaurante en Pekín le pide el platillo llamado “nido de golondrinas”, el pinche chino llora (lo de pinche, es porque es ayudante de cocina).

DESPEDIDA
El padrino exigió que todas las sillas de la ceremonia fueran iguales. El gerente de la compañía de eventos especiales se esmeró en cumplir dicha petición. Al hacer la última revisión notó algo raro en la silla número ochenta y dos. Se acercó y comprobó que esta silla había sido en su juventud una silla eléctrica y aún tenía un cierto tufo a quemado.